Hasta que no se descubra nuevamente el verdadero significado del Amor, ningún esfuerzo puede ayudarnos a remediar nuestra situación desesperada.
Los primeros en restablecer nuestra religión y devolvernos la Fe, la esperanza, la alegría, el optimismo y la paz, serán los verdaderos científicos, entre ellos los que estudián el funcionamiento del Universo y el desarrollo y comportamiento de las vidas de los seres animados.
Para que una sociedad pueda funcionar y mantenerse económicamente, cualquier ideología aceptada por la sociedad es mejor que la falta de ésta. No obstante, la justicia y el bienestar de los miembros de esta sociedad dependen del grado de acercamiento de está ideología con la Verdad. Empero, para obtener la perfección en todos los campos de las actividades, y que brote la alegría y la felicidad espontáneamente para todos, ésta tiene que estar basada en el Amor.
Amor es la causa y la fuente de toda la Existencia; es una energía que en su estado prístino es pura y existe sin forma como Conciencia, y en su estado Autorealizado se despliega en todas las formas de su Existencia, y se manifiesta siempre como Belleza.
Bajo el aparente bienestar económico y los grandes resultados científicos y técnicos que nuestra civilización ha logrado en cualquier campo de nuestras actividades, todo el mundo siente por su propia experiencia, que algo muy malo y antinatural está ocurriendo, de cuyo aspecto negativo e irreversible efecto destructivo no podemos escapar por mucho tiempo.
Para justificar esta premisa sostengo que el hombre contemporáneo, debido a su materialista “filosofía del mundo y de la vida”, por la sobreestimación de su parte material a costa de su vida espiritual, destruyó el justo equilibrio de su naturaleza psicosomática, y por eso estas facultades, quedaron atrofiadas,perdiendo ambas sus capacidades inherentes; la primera de conocer, y la segunda de sentir la Verdad sobre la Existencia, quedando el hombre sin guía para sus comportamientos y actividades, sustituyendo esta falta por su Intelecto, facultad perfecta para comunicar y realizar una idea, pero insuficiente para juzgar y valorar todos los conocimientos que han de intervenir cuando se trata el conocimiento objetivo sobre la Verdad.
Para justificar esta premisa sostengo que el hombre contemporáneo, debido a su materialista “filosofía del mundo y de la vida”, por la sobreestimación de su parte material a costa de su vida espiritual, destruyó el justo equilibrio de su naturaleza psicosomática, y por eso estas facultades, quedaron atrofiadas,perdiendo ambas sus capacidades inherentes; la primera de conocer, y la segunda de sentir la Verdad sobre la Existencia, quedando el hombre sin guía para sus comportamientos y actividades, sustituyendo esta falta por su Intelecto, facultad perfecta para comunicar y realizar una idea, pero insuficiente para juzgar y valorar todos los conocimientos que han de intervenir cuando se trata el conocimiento objetivo sobre la Verdad.