BELLEZA

Las obras de arte creadas por los hombres siempre están influenciadas por la ideología politicoreligiosa de la suciedad en que viven, que forma su "Filosofía del mundo y de la vida"t establece una jerarquía de valores, y aunque el objetivo del artista es siempre crear Belleza, su valor esta relacionado con aquella.

   Hay una confusión referente al real significado de la Belleza, por que la mayoría de la gente atribuye a la Belleza la expresión formal, sea éste obra creado por un hombre, generalmente un artista, o cualquier cosa o ente hallado en la naturaleza, y producido por el azar o creado por un Creador Supremo o Dios, cuyo valor dependiendo de la preparación cultural, inteligencia y formación humana de cada persona, siempre queda subjetivo y nunca coincidente entre las opiniones. Sin embargo, si se admite que la Belleza en todas las cosas siempre es el resultado de una relación ordenada y armoniosa de las partes dentro del conjunto, la Belleza se presenta con su valor objetivo y de exactitud matemática, porque la Belleza es orden y como tal es una ciencia exacta que debido a la complejidad de muchas obras, el celebro humano no es capaz de descubrir su correspondiente formula matemática.

   El arte popular y la artesanía demuestran que para crear Belleza no hace falta conocimientos estéticos ni ser un artista profesional, porque muchos de estos hombres que han realizado estas obras eran incultos y analfabetos; sin embargo, sus obras cumplen todos los requisitos estéticos e irradian Belleza tan perfecta como la de los grandes maestros reconocidos por toda la humanidad. No obstante, esta coincidencia no quiere decir que cualquier persona esté capacitada para crear Belleza, al contrario; la historia de las actividades del hombres nos demuestra que muy pocas personas logran crear obras de arte que produzcan esa Belleza agradable, duradera y perfecta que sin ningún esfuerzo todo hombre sano percibe como alimento necesario para su vida psíquica.Lo que también nos dice la historia es que estas personas , independientemente de su preparación cultural, coinciden en el estado psicosomático de sus existencias, que en ambos casos consiste el lograr establecer el justo equilibrio entre su naturaleza espiritual y su naturaleza instintiva, de las que estamos compuestos.