Ante el desastroso desarrollo, desde principios de nuestro siglo, de nuestras ciudades y todo tipo de asentamientos humanos, importantes organismos oficiales y organizaciones profesionales han organizado en los últimos décadas, Conferencias y Congresos mundiales, en los que, debajo muy acertados títulos, han buscado desesperadamente soluciones viables y necesitadas. Sin embargo, al no profundizar en los problemas y no descubrir la causa real de nuestros males y contradicciones, aceptando sin reserva, la exagerada materialista demanda de nuestra sociedad consumista, sus proposiciones, no variaban nada de lo practicado hasta hoy y consecuentemente no aportaban nada en el deseado objetivo que los títulos de los Congresos han reflejado e insinuado.
Examinando el muy acertado y en nuestra situación muy justificado titulo del tema: ARQUITECTURA EN LA ENCRUCIJADA: DISEÑO DE UN FUTURO SOSTENIBLE, del XVIII Congreso Internacional de la U.I.A., que se celebró entre los días 18-21 de Junio de 1993 en Chicago y cuyo contenido insinuaba un deseo y una necesidad para un cambio drástico en nuestros principios y criterios practicados en los últimos dos siglos en este campó, y comparando este objetivo con los temas de las ponencias de los programas básicos para desarrollar las correspondientes proposiciones y soluciones que están, sin embargo, basadas en el respeto y aceptación incondicional de las demandas extremadamente materialistas de nuestra sociedad consumista, que ha causado todos nuestros males y destrucciones, me parece una fatal contradicción entre el objetivo del Congreso y el modo de obtenerlo.
Como la causa de nuestro innumerables e interrelacionados males es la perdida del justo equilibrio entre nuestra vida espiritual e instintiva, condición indispensable para que nuestra naturaleza especial humana obtenga su perfección y su capacidad de vibrar al unisono con las Leyes Cósmicas que dirigen la evolución de todos los acontecimientos de nuestro mundo manifestado, ningún trabajo ni esfuerzo que ignore este hecho nos servirá para resolver nuestros problemas sin recuperar antes esta perfecto estado que nuestra naturaleza especial humana exige.
Demostrar este hecho , a saber, que el valor de todos nuestros comportamientos y actividades están relacionados con la calidad del estado psicosomático de nuestra naturaleza humana y que en nuestra situación, debido al estado degenerado de nuestra naturaleza psicosomática, ningún trabajo valdría, sin antes restablecer este estado, ha sido el motivo de dedicarme a este estudio y exponer mis ideas y teorías
en un libro.
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