CIUDADES DEL FUTURO, EXPERIMENTOS Y UTOPÍAS: Mis Comentarios sobre ests Tema

Francisco Z. Lantos dice en: 19 de Junio 2010 a las 14; 29

   El tamaño, estructura y forma de las ciudades, cuando éstas realmente sirven las justas necesidades del hombre, son definidas tanto en sus formas y estructuras como en sus tamaños, y reflejan los mismos principios que cualquier organismo vivo, sean estos seres individuales o “grandes conjuntos”, hasta el Universo mismo. Este principio, cuando esta alterado en la Naturaleza causa la enfermedad,y cuando sobrepasa el límite permitido sobreviene la muerte, que al mismo tiempo pone fin al error, y restablece el orden perturbado. Nuestras indefinidas y caóticas ciudades están llegando a este límite permitido, para poder resistir la enfermedad y ya falta poco para que se convierten en verdaderos infiernos, en los que la vida dentro de ellas será insoportable.
   En esta encrucijada, el cambio es inevitable y tenemos que elegir entre el cambio revolutivo, que sería la muerte, o el cambio evolutivo, que podría significar la vida, si reconociéramos que el valor de nuestras actividades depende del perfecto estado de nuestro ser, lo que corresponde al justo equilibrio entre nuestra naturaleza espiritual e instintiva

Francisco Z. Lantos dice en: 19 de Junio 2010 a las 14:50

  

    Una ciudad,como cualquier obra creada por el hombre, sólo cumple su misión si llega a ser perfecta, lo que significa que tiene que ser una obra de arte, entendido sobre este concepto, orden y armonía de las partes en el conjunto, cuyo resultado siempre es la belleza. Este objetivo sólo puede ser logrado si los constructores de estos asentamientos humanos poseen una sensibilidad artística y un justo conocimiento filosófico sobre la vida, con una preparación científica y técnica para su ejecución.Considerando que las ciudades son obras de arte realizadas durante varios siglos, y en las que intervienen muchísimas personas, cuando encontramos ciudades que cumplen estos requisitos, estás reflejan un concepto del mundo y un espíritu común de sus constructores.Cuando no existe este espíritu común, como es el caso de nuestras civilizaciones, la parte que se añade durante este período desequilibra el orden y armonía de estas ciudades, convirtiéndolas en caos y fealdad. En estas circunstancias, sólo se puede obtener una ciudad orgánica y perfecta si ésta se proyecta por una sola persona, como es el caso de la pintura, de la escultura, de la música, etc., exigiendo en este caso un conocimiento integral y una sensibilidad suprema, que sólo un Amor Universal puede garantizar a su Creador.