22 jun 2013

APRENDER DE LOS ANIMALES

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APRENDER DE LOS ANIMALES

Como en las últimas décadas la relación entre la mujer y el hombre no está basada en Amor ni en el deseo de la formación de una familia, y contra este antinatural y contradictorio desarrollo, que sentimos todos, la especie humana intrínsecamente se rebela, inconscientemente muchas veces violentamente, sin examinar la causa real de esta relación degradada se castiga al violador, que es mayormente el más fuerte físicamente y que es el hombre.

Para resolver este problema, como veremos más adelante, bastante simplista, nuestro gobierno ha creado un nuevo Ministerio de Igualdad, poniendo de titular a una mujer de 31 años para intentar igualar el sexo masculino y el femenino, que biológica y psicológicamente son intrínsecamente diferentes.

Como sobre este tema la humanidad durante su historia, e incluso hoy, tenía y tiene diferentes opiniones y teorías, una fuente para obtener una idea, la cual ha sido la más acertada, es analizar estos caos, otra es estudiar con más profundidad la naturaleza de la especie humana, el mundo dentro del que realiza su vida y sacar conclusiones de este conocimiento, y el tercero, es estudiar la naturaleza de los animales superiores y sus conductas y ver si es aplicable este conocimiento para nuestro caso.

Sin estos estudios, que exigiría mucho más tiempo de una persona, que con 31 años podría obtener, por lo que sus decisiones no serían más que una opinión personal, que no coincidiría, ya no sólo con la Verdad, que tendría que ser una, sino tampoco con otra persona cualquiera de nuestras sociedades, dando un resultado confuso y contradictorio, causando mucho daño, que tendríamos que pagar hasta que alguien no lograra demostrara la Verdad sobre este tema.

Por la importancia de este mal, junto con los otros innumerables e interrelacionados males que han surgido  desde la Revolución Industrial y que afectan muy negativamente no sólo a nuestra vida sino a todas las vidas que componen nuestro planeta, y para que la teoría no sea una mera opinión más, yo he elegido en mis investigaciones los dos últimos métodos, a saber, no estudiar este mal aisladamente de otros males que actualmente sufrimos, sino relacionarlo con la Verdad sobre la Existencia (la evolución y desarrollo de nuestro Mundo Manifestado, entendido esto por nuestro planeta) y de la observación de las conductas de otros seres animados (los animales superiores).

Tomando ejemplos de estos últimos, descubrimos que los animales están biológicamente y físicamente, sean estos herbívoros o carnívoros, peces o pájaros, concebidos perfectamente para desarrollar sus vidas, mientras viven, y son diferentes las hembras y los machos, y esta diferencia, que ellos no pueden cambiar, consiste en que la naturaleza de la hembra tiene órganos y un organismo preparados para ser madre (procrear) y criar y proteger a sus crías mientras éstas lo necesiten, y el macho para defender el territorio que les sustenta y asegurar con ello la supervivencia de la “familia”.

Descubrimos también que esta diferencia es lo que atrae la hembra al macho y para asegurar la supervivencia de la especie ambos poseen sentimiento sexual, que aparece sólo en el caso de las hembras en la época de celo cuando el deseo sexual es tan fuerte que el acoplamiento es inevitable. También observamos que una vez consumado este tipo de acto “amoroso”, éste se desvanece y se cambia por un amor de tipo “maternal y paternal” durante la gestación y crianza de sus criaturas. El papel que realizan las hembras, más que los machos, lo hacen con gusto y amor obteniendo la recompensa de este “trabajo” altruista por un supremo bienaventurado sentimiento y cuando viven en su medio ambiente natural, donde no ha podido intervenir el hombre, ni por su presencia ni por su influencia indirecta, estos animales no pueden ni intentan cambiar sus sexos y no se encuentran entre ellos ni “lesbianas” ni “maricas”, sino son como lo ha visto el famoso poeta Walt Whitman:
            Creo que podría volverme a vivir con los animales,
            ¡Son tan plácidos y tan sufridos!
            Me quedo mirándolos días y días sin cansarme.
            No preguntan, ni se quejan de su condición;
            no andan despiertos por la noche,
            no lloran por sus pecados.
            Y no se molestan discutiendo sus deberes para con Dios…
            No hay ninguno descontento,
            ni ganado por la locura de poseer las cosas.
            Ninguno se arrodilla ante los otros,
            ni ante los muertos de su clase que vivieron miles de siglos antes que él.
            En toda la Tierra no hay uno sólo que sea desdichado o venerable.

Observé también que así han vivido los hombres en la época primitiva y los hombres sencillos y sanos en cuerpo y alma cuando han logrado establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza especial humana.

Al descubrir esta perfección, no sólo en la forma física y el organismo que corresponde a cada especie de los animales sino también en sus conductas que se adaptan perfectamente a las Leyes de la Naturaleza, a los que no se puede añadir ni quitar nada sin destruir el perfecto desarrollo, tanto de la vida de cada especie, como el desarrollo ordenado y harmonioso de la evolución de nuestro Mundo entero, comparando este hecho con una obra de arte, en la que las “partículas” (colores, tonos y formas, si se trata de pintura, espacios, volúmenes, luces y sombras, si se trata de escultura y arquitectura, sonidos si se trata de música, están relacionados en un orden y armonía que no han podido realizarse al azar, sino que tenía que existir un Creador en cuya mente, antes de manifestarse la obra, existía ésta en forma inmaterial como Idea, y su autor tenía que tener un don de capacidad creativa e inteligencia para desarrollarla en forma visible.

Al encontrar la relación y desarrollo de los elementos inanimados y entes animados que componen nuestro Mundo Manifestado en un perfecto orden y armonía tenía que admitir que esto tampoco ha podido realizarse al azar sino que aquí también tenía que existir un “Creador” que según las interpretaciones de distintas culturas se han denominado como Dios o Fuerza Creativa, que antes de manifestar “su obra” ésta existía como Idea. Empero, como en esta “obra de arte viva” las “partículas” que componen la obra no son elementos inertes sin sentimiento, como en las obras de arte creadas por el hombre, sino además de elementos inanimados, también son seres animados con sentimientos, que para poder desarrollar sus vidas en plenitud y obtener su bienestar necesitan este ordenado y armonioso desarrollo, la naturaleza única e intrínseca de este Supuesto Creador tenía que poseer además de Inteligencia un Amor Puro y Universal que le obligaba a que su acto de Creación fuera realizado sólo por el Amor, evitando así el posible fracaso que significaría sufrimiento para los “componentes” de su obra.

Como donde no ha intervenido el hombre en la Naturaleza de nuestro mundo con su conducta y actividades existía y existe este necesitado orden y armonía podemos deducir que en realidad nuestro Mundo Manifestado, dentro del que desarrollamos nuestra vida, no estaba creado por ningún ser fuera de la obra misma con una naturaleza del Amor intrínseco, sino que éste, antes de manifestarse con su forma tangible, existía en forma de una Idea que era Amor Puro y Universal, que obedeciendo a su naturaleza única e intrínseca, encontrándose en este estado inmaterial, para no caer en contradicción consigo mismo y convertir su amor en egoísmo, disfrutándolo sólo “el” el buen sentido de Amor, en el mismo acto tenía que iniciar su autorrealización, lo que en realidad es su propia corporización, dentro de lo que sus “partículas”, las distintas especies animales son las células de su propio cuerpo en el proceso de su desarrollo.

Aceptando esta teoría, basada en los hechos observados en el desarrollo de la Naturaleza, todo apunta a que la única especie que tiene dificultad de obedecer con su conducta el tipo de vida previsto para el perfecto funcionamiento de nuestro Mundo Manifestado es el hombre, y la razón de esto es su naturaleza única y diferente de los otros seres animados, que además del Instinto en el que está impreso la Verdad sobre la Existencia, en él está desarrollada con la misma intensidad una parte espiritual, que posee los mismos dones y facultades que posee el Amor Puro y Universal, con los que puede juzgar y valorar los acontecimientos a su alrededor y obtener de este modo su propia idea sobre el mundo y la vida, y su libertad para modificar la verdad impresa en su Instinto, que cuando su idea no coincide con la Verdad impresa en su Instinto, él se equivoca y se convierte como una célula cancerosa dentro de este todo envolvente cuerpo que es la corporización de la Existencia Real, el Amor Puro y Universal..

Aprendemos de la historia de la conducta y actividades del hombre que él, como consecuencia de su naturaleza especial humana, compuesta de Espíritu e Instinto, tiene 3 posibilidades de realizar su vida:
1/ Puede intentar sobrevalorar sus necesidades espirituales a costa de sus necesidades instintivas.
2/ Puede llevar en el justo equilibrio la parte Espiritual e Instintiva de su naturaleza.
3/ Puede intentar sobrevalorar las necesidades físicas de su instinto a costa de las necesidades de su espíritu.

Hemos visto que el estado ideal es cuando logra establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza y cuando su saber, obtenido a través de su espíritu, y su sentir, obtenido a través de su instinto, en lugar de destruirse se refuerzan, situación que actualmente no existe, sino que, debido a nuestra exagerada materialista “filosofía del mundo y de la vida”, que ha degenerado el perfecto estado de nuestra naturaleza especial humana, que es la condición indispensable para que el hombre pueda, con los otros seres animados por debajo de su nivel, vibrar al unísono con las Leyes de la Naturaleza y adaptarse con su conducta y actividades, sin ninguna dificultad más bien de manera natural y espontánea, a sus principios, anulando con esto todos los males nacidos de este erróneo estado en el que nos encontramos, y del que sólo las personas que han podido obtener este conocimiento sobre el mundo y la vida podrían liberarse, que no pienso que es el caso de nuestro gobierno, ni de nuestra ministra, que intentan cambiar nuestra naturaleza perfectamente concebida e incambiable, reconociendo como normal las desviaciones sexuales, la desintegración de la vida familiar, cambiar los papeles de las mujeres y hombres en la vida profesional y cotidiana, educar a los niños y niñas sin religión, sustituyéndola con las variantes ideológicas y políticas, y castigando con leyes a las personas que se rebelan contra este equivocado sistema.

Madrid, 23 de Junio de 2013

Francisco Z. Lantos
Doctor Arquitecto

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