2 abr 2011

¿POR QUÉ NO SE PUEDE CUMPLIR EL OBJETIVO DE LA CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS CELEBRADA EN POZNAN DE REDUCIR LAS EMISIONES UN 20% EN 2020 E IMPONERSE UN USO AL MENOS DEL 20% EN ENERGÍAS RENOVABLES Y UN 20% DE EFICIENCIA ENERGÉTICA?

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¿POR QUÉ NO SE PUEDE CUMPLIR EL OBJETIVO DE LA CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS CELEBRADA EN POZNAN DE REDUCIR LAS EMISIONES UN 20% EN 2020 E IMPONERSE UN USO AL MENOS DEL 20% EN ENERGÍAS RENOVABLES Y UN 20% DE EFICIENCIA ENERGÉTICA?

Este grave problema que amenaza ya a nuestra subsistencia y que las Naciones Unidas, según mi criterio, está tratado en los últimos 25 años en sus Conferencias Mundiales, basadas en el erróneo enfoque sobre el tema, que consiste en aceptar este mal como un hecho dado, sin relacionarlo con los otros innumerables e interrelacionados males ni con una Causa fundamental de todos ellos, siendo esto la Causa, no descubierta por ellos, que ninguna de ellas han obtenido sus deseados objetivos, y nuestra situación en todos los campos de nuestras actividades se ha empeorado progresivamente.

Mucho antes de que las Naciones Unidas empezarán a tratar nuestros males y entre ellos el Cambio Climático, yo, en mi artículo “Causa y solución del enorme aumento de la población del mundo”, publicado en el año 1966 en el periódico ABC, expuse el grave peligro que amenaza a la humanidad si no dedicamos todas nuestras energías, incluso por encima de los otros graves problemas existentes, para intentar obtener su solución. En este artículo exprese que… la causa de este enorme aumento de población radica en el malentendido de la naturaleza humana y en una errónea relación con el mundo y su Creador. El medio de solucionarlo está en comprender la naturaleza del hombre, su destino, su lugar en el mundo, la naturaleza de dicho mundo y el objetivo del Creador para con él. En otras palabras, buscar la verdad.

Como este llamamiento no causó la esperada reacción en la conciencia de nuestras sociedades en el mismo año publiqué en la revista ARQUITECTURA del Colegio de Arquitectos de Madrid mi “Artículo dirigido a las inteligencias inquietas” (ver HOJA nº 7 del Anexo), en el que, entre otras cosas expuse… Es necesario reconocer que nuestro futuro depende en parte de resolver las consecuencias que pueden producirse ante este enorme aumento de población; y todos los otros tipos de trabajo que realicen las inteligencias a favor de servir las actuales demandas de la Sociedad, siempre en creciente aumento, será seguir afilando el cuchillo para cortar más fácilmente nuestra cabeza... y para obtener la solución deseada presenté un programa de acción que pensaba realizar dentro de un CÍRCULO DE ESTUDIOS, con compañeros de mi profesión y otros destacados profesionales.(ver HOJA nº 7)

Al no existir interés por parte de nadie en este tipo de búsqueda no remunerada pero convencido del acierto de mi enfoque centrado en la búsqueda de la Causa de todos nuestros innumerables e interrelacionados males, continué durante este tiempo mi búsqueda en solitario, venciendo los desintereses de nuestros organismos oficiales y otras organizaciones profesionales, culturales, sociales y políticas para este tipo de temas puramente humanistas, que no encajaban ni con el enfoque ni con los intereses de cada una de las organizaciones, logrando publicar con mis ahorros mis ideas y teorías y sus correspondientes soluciones en 15 libros, 13 números de la revista anual MENSAJE de mi Centro de Investigación, y confeccionar una exposición compleja y extensa sobre el tema, expuesta en mi Centro de Investigación con carácter permanente, esperando para que las contradicciones entre las ideologías confusas y vacías de nuestras sociedades y la realidad sean más palpables y frecuentes, y en esta confusión y manifestados males los hombres se interesarán por las nuevas, justas y necesitadas ideas, que podrían eliminar nuestros males y salvar nuestro planeta de una destrucción irreparable.

Este tiempo ya ha llegado, porque ante los innumerables e interrelacionados graves males, después de 40 años de mi llamamiento, en las últimas Conferencias de las Naciones Unidas algunas personas como el Sr. Al Gore han reconocido que la causa de estos males es el propio hombre contemporáneo, pero como esto en sí no es suficiente, sino que falta conocer la naturaleza real del hombre para saber el por qué ha podido ocurrir esta errónea conducta y actividades de la especie humana en nuestro tiempo, para que se hubiera necesitado una larga investigación que, según mi conocimiento, no se si alguien la ha realizado, pero seguro que esta gente no han sido, ni el Sr. Al Gore, ni los organizadores de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas que se celebrará en Diciembre de 2009 en Copenhagen, quienes sabiendo que la Causa del calentamiento de la Tierra y del Cambio Climático es el excesivo consumo de energía del hombre contemporáneo, intentan reducir esta demanda, dando consejos para ahorrar y sacrificar voluntariamente algo de sus modos de vida, que sería inútil ya que la verdadera causa de sus erróneas conductas y actividades es su materialista “filosofía del mundo y de la vida” que es la que actúa como guía para las mismas, de cuya consecuencia él ha perdido el justo equilibrio entre la parte Espiritual e Instintiva de su naturaleza especial humana, que es la condición indispensable para que él pueda, como lo hacen los otros seres animados por debajo de su nivel, adaptarse con su conducta y actividades a la perfección a las Leyes de la Naturaleza, y sólo cuando se desaparecerán de manera natural y espontánea todos nuestros males y se restablecerá nuevamente el ordenado y armonioso desarrollo de nuestro planeta, asegurando el bienestar a todos los seres animados y del hombre que lo componen.

No lograr establecer este perfecto estado de la especie humana sino desconocer la naturaleza real del hombre, aceptando su actual estado degenerado de su naturaleza como normal, según la estimación de las Naciones Unidas, la población del mundo hasta 2050 crecerá a 80-90 millones de personas por año, lo que significa que para el año 2020 la población del mundo tendrá 11 veces (80-90)= 880-990 millones de personas mas, y el consumo de energía por la materialista “filosofía del mundo y de la vida” que está extendiéndose por todas las partes de nuestro planeta, incluidos China, India, Brasil, México, África y América del Sur, las cuales en conjunto tienen una población de los 2/3 mundiales que corresponden a los países desarrollados (América del Norte, Japón, Canadá y Europa Occidental) y que consumen actualmente la mitad de éstos, sumando las contaminaciones de estos países económicamente emergentes puede resultar casi el doble de lo que actualmente tenemos.

Ante este hecho, sólo con un optimismo falso, puede uno pensar que se podía disminuir con un 20% las emisiones de gases nocivos y un 20% del consumo de energía por la población, relacionándolos con el año 1990.

En lo referente a encontrar energías renovables en un 20% durante estos próximos años, juzgando el avance tecnológico en este campo es más indicativo que este objetivo tampoco pueda satisfacerse.

En esta situación, llamar catastrofistas a quienes basados en los informes de los hechos presentados por los científicos es tan erróneo como pensar que estos solamente dando soluciones con sus críticas van a poder resolver este grave problema.

Empero, como aprendiendo de las contradicciones entre el enfoque de nuestros problemas e ideas para subsanarlas tratadas en las Conferencias de las Naciones Unidas y de la realidad al fin se ha descubierto que no es el Efecto sino la CAUSA de nuestros males lo que tendría que ser buscado y de que esta Causa es el erróneo modo de vida del hombre contemporáneo, aunque este reconocimiento no es suficiente en sí, sino que, basándome en mis investigaciones sobre la verdadera naturaleza de la especie humana y su relación y papel con el mundo dentro del que realiza su vida, sería necesario que las Naciones Unidas estableciera o creara similar al equipo científico que está examinando y presentando informes sobre los Efectos de nuestros males, otro equipo compuesto por sabios, filósofos, poetas, artista, verdaderos científicos, historiadores, etc., quienes por sus quehaceres estén relacionados con los misterios de la vida y el mundo y basados en estos conocimientos preparados para tratar la Causa de todos nuestros males, llegando así a conocer la verdadera naturaleza de la especie humana.

Referente a este asunto, como yo, durante 40 años he basado mis investigaciones sobre la Causa de nuestros males, aunque no dentro de un equipo especial para buscar esta Causa, sustituyendo esta falta con las teorías e ideas de los grandes pensadores y artistas del pasado y de nuestro tiempo, he elaborado mi “Teoría sobre el mundo y la vida” y de la naturaleza real de la especie humana, que podría servir como borrador para que este equipo revise y en su caso complete y verifique, con lo que ganaríamos tiempo, ya que el más grande peligro que tenemos es que por el rápido crecimiento de nuestros males, prolongar más este tipo de conocimiento abandonado durante estos 40 años desde que empezaron a manifestarse progresivamente nuestros males, no tendremos tiempo para poner en práctica las justas y necesitadas soluciones.

Desgraciadamente ante el avance de nuestros innumerables e interrelacionados males creo que nada puede parar ya su continuo empeoramiento y salvar nuestras civilizaciones de una destrucción planetaria, sólo cuando los supervivientes estarán dispuestos a abandonar sus erróneos modos de vida y estarán  abiertos a aceptar esta nueva y justa “filosofía del mundo y de la vida” que actuará como guía para sus conductas y actividades, logrando establecer de manera natural y espontánea el perfecto estado psicosomático de su naturaleza especial humana que hoy no tiene y que es la condición indispensable para que el hombre pueda, como los otros seres animados por debajo de su nivel, adaptarse con su conducta y actividades a las Leyes de la Naturaleza.

Aunque para que esta justa y necesitada “filosofía del mundo y de la vida” pueda definirse y convertirse en la nueva ideología de nuestras civilizaciones y para que este deseado cambio pueda realizarse ya no tendremos tiempo, no obstante, reflejando esta la “verdad sobre el mundo y la vida” las personas quienes aprendiendo de este conocimiento descubrirán las justas jerarquías de valores exigidas por sus naturalezas, soportarán con más facilidad las calamidades que nos esperan hasta esta destrucción que pondría fin a nuestro modo de vida.

Estudiando la historia de la conducta y actividades del hombre y comparando ésta con las conductas de los animales, hemos visto que mientras la conducta de estos últimos es invariable y preestablecida, en el caso de la especie humana, ésta es variable debido a su naturaleza especial y única, compuesta no sólo de Instinto sino también de Espíritu, y dependiendo de su valoración de una parte sobre la otra o llevarlas en el justo equilibrio  sin que en el aspecto físico se cambiará, su conducta y actividades se varían, que según el diagrama adjunto, tomando el caso de la antigua cultura de Grecia y nuestra Cultura Cristiana, está enseñando que en ambos casos estos cambios estaban causados por el estado psicosomático del hombre y que la situación ideal sólo se obtiene si logra establecer el justo equilibrio entre ambas partes de su naturaleza. Como debido a nuestra materialista “filosofía del mundo y de la vida” hemos perdido este perfecto e ideal estado de nuestra naturaleza, situación que existió ya en la época Helenística en la antigua cultura de Grecia, todo indica que lograr este objetivo no puede ser por vía evolutiva sino repitiendo el caso esto sólo puede ser por vía revolutiva terminando en destrucción, cuando nacerá esta nueva y necesitada ideología que abrirá un nuevo camino para los supervivientes, para establecer una nueva cultura (ver HOJAS nº 4, 5)

Esta teoría tan pesimista y negativa para nuestro muy cercano futuro, pero para mí realista y optimista para el futuro de los supervivientes no solamente para la especie humana sino para todas las especies vivientes que componen nuestro planeta, no se ganará nada llamarla catastrofismo o para que no se asuste la gente ignorarlas, permitiendo con esto que nuestros responsables por el encargo que llevan para tratar este problema podrían posponer  la inevitable catástrofe un poco más, pero esta huida a enfrentarse seriamente con nuestros graves problemas, sólo resultaría que estos se desarrollaran más caóticamente  y con más violencia.

Madrid, 15 de Diciembre de 2008
Francisco Z. Lantos Dr. Arquitecto





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