APRENDER
DE LA NATURALEZA
Cuando las ideas (teorías,
opiniones) de los hombres sobre los conceptos relacionados con el Mundo en
general y nuestra vida y nuestro comportamientos y actividades en particular no
coinciden y son contradictorios, como es el caso de nuestras sociedades, para
obtener la justa respuesta, no podemos fiarnos ni de las opiniones ni de las
teorías de nuestros congéneres, sean éstos personas reconocidas y que tengan
gran prestigio en alguno de los campos de sus quehaceres.
En esta situación
confusa, un hombre inquieto y preocupado para no equivocarse, no tiene otro
remedio que partir de cero y apoyarse en su propia experiencia sentida y de la
observación del desarrollo de la
Naturaleza buscar la verdad.
Haciendo esto, con el
paso del tiempo y la profundización de sus indagaciones empezarán a revelarse
inesperados conocimientos, que si no hubieran sido obligados a hacer este tipo
de actividades se hubieran perdido.
Entre estos
inesperados conocimientos, los más importantes se pueden considerar el
descubrimientos que nuestro mundo manifestado (los elementos inanimados y entes
animados de nuestro planeta) está desarrollándose como un organismo vivo en
orden y armonía, parecido a un organismo de cualquier ser vivo, en el que las
células que componen sus cuerpos tienen un papel específico, pero cada uno de
ellos están subordinados a la idea subyacente (código genético) que daba origen
al tipo y carácter de cada "organismo".
Comparando esta
similitud con este "organismo envolvente" que es nuestro mundo
manifestado y que a pesar de su complejidad, en esencia es idéntico con los
"organismos particulares" de cualquier especie, sólo que sus células
son los diferentes tipos de especies, las cuales tienen sus vidas propias y que
en la evolución y desarrollo de este "organismo envolvente" se
reproducen y consumen unos a otros, manteniendo a pesar de este desarrollo
dinámico la proporción justa y equilibrada de cada especie.
Este orden y
equilibrio nos demuestra que nuestro mundo manifestado, dentro del que nosotros
desarrollamos nuestra vida conjuntamente con las vidas de otras especies no
podía ser el resultado del azar sino como en el caso de una obra de arte (en la
que las partículas que la componen están relacionadas unas con otras en orden y
armonía), es resultado de un acto de creación, que en estos casos involucra una
actividad creativa e intelectual de un ser humano.
Sin embargo, aunque
existe en esencia una gran similitud entre una de obra de arte y de nuestro
mundo manifestado, también existe una gran diferencia entre ambos y es que,
mientras los particulares (colores en el caso de la pintura, sonidos en la
música, volúmenes y espacios en arquitectura y escultura ), son elementos
inanimados y pasivos, sin sentimientos, en el caso de nuestro mundo manifestado
las partículas que la componen son seres animados (flora y fauna de nuestro
planeta) con sentimientos, para los cuales, para poder realizar sus vidas en
plenitud y obtener un bienestar, el ordenado y armonioso desarrollo de esta
"obra de arte viva" es esencial, por lo que ésta tenía que ser
también fruto de un acto de creación, pero aquí el factor de inteligencia, al
tratar un "aparato" sensible de sentimientos no era suficiente, ya
que un fracaso del "creador" hubiera creado daño, no sólo para sí
mismo, por no poder experimentar el goce espiritual de su trabajo, sino a las
"partículas", seres animados, que componen su "obra" y que
en un supuesto fracaso hubieran experimentado daños y grandes sufrimientos.
Para evitar la posibilidad
de esta catástrofe, el acto de la creación del "Supuesto Creador" de
esta obra tenía que basarse en un Amor Puro y Universal y la inteligencia aquí
tenía un papel secundario, un instrumento al servicio de la realización de la
naturaleza única e innata del Amor Puro y Universal.
Como nosotros sólo
conocemos un mundo manifestado que es nuestro planeta y que aquí, desde que lo
conocemos, donde no ha intervenido la especie humana, siempre existía el
equilibrado desarrollo entre las especies que la componen y gracias a esto,
todos han podido desarrollar sus vidas en plenitud y obtener su bienestar,
podemos deducir que nuestro mundo manifestado es el resultado de la
autorrealización del Amor Puro y Universal, que en esta "obra de arte
viva" actúa como la idea básica y subyacente, impregnando su carácter y
naturaleza en cada "partícula", especie que componen su propia
corporización.
Siendo esto así, cada
especie lleva algo de su naturaleza y carácter, que les guía en sus
comportamientos y es la explicación de por qué a pesar de tan diferentes tipos
y tamaños de vidas animadas, cada uno se adapta perfectamente y sin dificultad
a las Leyes de la
Naturaleza , que refleja los principios de la Idea Subyacente de
la obra del "Amor Puro y Universal".
Observando la
naturaleza de cualquier ser vivo (excepto la especie humana) descubrimos que
estos poseen tres tipos de amores que están impresos en sus instintos y que a
través de ésta guían invariablemente sus comportamientos y definen sus papeles,
tanto dentro de sus especies, como con el resto de los seres animados que
componen el medio ambiente en el que realizan sus vidas. Entre estos tipos de
amores, uno es el amor sexual, que se desarrolla cuando alcanzan la madurez y
que se practica sólo en la época de celo y con una finalidad de reproducirse,
que en la lucha de la constante reproducción y consumición de vidas entre las
distintas especies, para mantener el equilibrio y ordenado desarrollo de este
"envolvente organismo" es una necesidad preestablecida.
Una vez consumido
este sentimiento, éste se cambia por un tipo de amor paternal, llevando a cabo
la gestación y la protección de la cría no por la obligación sino con un gran
gozo que se termina cuando acaba el período de la crianza y la cría está
preparada para valerse por sí misma, cuando se convierta este sentimiento en un
amor individual (una voluntad de vivir) con el fin de proteger su propia vida,
durante el tiempo de llegar otra vez el período de celo y con ello el
sentimiento sexual, empezando un nuevo ciclo en el desarrollo de sus vidas.
Siendo el Amor la
esencia y (a excepción de la especie humana) la única guía para el
comportamiento de todos los seres animados, éstos sólo pueden realizar sus
vidas en perfecto orden y armonía con las Leyes de la Naturaleza , que dirigen
la evolución y desarrollo de nuestro mundo manifestado, que como hemos visto no
es otra cosa que la corporización de la Idea Subyacente
del Amor Puro y Universal.
Observando este
comportamiento descubrimos que, excepto de la especie humana, ningún ser
animado tiene dificultad de cumplir sus papeles, tanto hacia sí mismos como
hacia los otros seres con los que comparten sus vidas en perfecta armonía, como
si hubieran comprendido el objetivo y voluntad del "Supuesto Creador"
con su "Obra" del que cada uno de ellos forma parte integrante.
Lo más significado de
este perfecto comportamiento y actividades aquí es que no existe ninguna ley
creada por parte de ninguno de "ellos" sino que todo es innato e
invariablemente impreso en sus instintos, a los que, por falta de conciencia
(raciocinio) "ellos" no pueden modificar como nosotros, la única
especie en la que la conciencia está de tal grado desarrollada que él está
capacitado para juzgar y valorar los acontecimientos a su alrededor y formar su
propia opinión sobre ello y obteniendo así su libre albedrío para sobreponer
éste a la verdad impresa también en su instinto. Si su verdad subjetiva no está
acertada y no coincide con la Verdad Objetiva sobre la Existencia en general,
él, con su comportamiento y actividades erróneas adultera aquella y está
condenado a equivocarse.
En este estado, al
perder su capacidad de sentir su unión con los otros seres animados dentro de
este "organismo envolvente" que es nuestro mundo manifestado y que en
esencia es la corporización de la Realidad Esencial , del Amor Puro y Universal que
está realizándose en cada ser viviente, guiando a través de sus instintos sus
comportamientos, él ahora es como una célula enloquecida que liberada de la
influencia positiva del Amor Puro y Universal cambia éste, sin darse cuenta de
ello, a un amor egoísta y particular, buscando su bienestar y felicidad en
explotaciones personales en todo lo que está a su alcance.
Al no comprender el
real significado del Amor que es, como hemos visto, un estado de ser donde nada
se hace para actuar en Amor, sino que todo sale natural e inconscientemente, él
no entiende que el principal papel del deseo sexual no es su goce carnal, sino
la procreación y el sentido del deseo sexual es más para asegurar la consumación
de este acto, que de practicarlo exclusivamente por el gozo carnal, como se
practica hoy, a costa del amor desinteresado y paternal en la educación y
protección de sus hijos, de cuya consecuencia se rompe la unión y amor
desinteresado entre hijos y padres, creando un ambiente hostil, no sólo dentro
de su vida familiar, sino en las sociedades donde se deterioran todo tipo de
convivencias, la justicia, la moral y el respeto hacia las otras vidas, a las
que intentan resolver con cada día más complejos y contradictorias leyes
jurídicas, restricciones y castigos que no pueden frenar nuestros males ya que
la causa de éstas es la degeneración del perfecto estado de nuestra naturaleza
psicosomática, que como en el caso de un drogadicto nos hace ver el mundo deformado,
irreal y falso, que mientras nos encontremos por debajo de su influencia
cualquier intento está condenado a un fracaso.
Al no descubrir esta
relación sencilla y directa entre el estado de nuestra naturaleza
psico-somática y de nuestras ideas y conocimientos, cuyos valores dependen de
la calidad de aquella que como causa define nuestros intereses y actividades,
confundiendo los grandes resultados obtenidos en conocimientos científicos y
otros campos de nuestras actividades relacionados con nuestra vida práctica con
verdaderos y reales conocimientos somos como un lego ante una obra de arte,
quien al no poseer la capacidad creativa está incapacitado de percibir la idea
y la esencia básica de la obra y piensa que con su descripción analítica ha logrado
entenderla, cuando en realidad, dependiendo de su formación humana, preparación
cultural e intelectual, sólo ha podido ver una u otra parte de su esencia,
añadiendo con ello más confusión que solución a nuestros problemas.
Si es verdad que
conociendo las reglas de la estética y poseyendo las técnicas que necesita la
realización de una obra de arte, no es suficiente para que alguien se convierta
en artista y la obra será perfecta, sino que es más bien una cuestión de un don
interior de un ser humano quien, de acuerdo con el estado de su naturaleza
psico-somática actúa intuitivamente, y para comprender en esencia su contenido
y mensaje será necesario otro "artista" con los mismos dones y
formación humana, entonces, para comprender nuestro mundo manifestado y nuestra
vida que forma parte dentro de ella y que en esencia es una "obra de
arte", sólo que más compleja que cualquiera creada por el hombre, y por
eso sólo puede conocerla en esencia por sus capacidades de ver detrás de su forma manifestada, su idea subyacente,
como las del artista de una obra de arte, ya que, sin este don interior es
imposible descubrir el sentido y los papeles de las infinitas partes y sus
justas relaciones entre sí y dentro del "conjunto".
Al faltar este don interior del
hombre contemporáneo, quién, debido a su extremadamente materialista
"filosofía del mundo y de la vida" ha destruido el perfecto estado de
su naturaleza psico-somática y con ello adulteró, dentro de sí mismo, la
naturaleza intrínseca del Amor Puro y Universal que dirige el desarrollo de
nuestro mundo manifestado, su propia autorrealización, él, ahora, libre de su
influencia es como un lego ante una obra de arte, que incapacitado de
comprenderla en su esencia, se pierde en sus complejos detalles, del que sólo
puede salvarse, aprendiendo de la
Naturaleza , recuperando dentro de sí mismo el Amor Puro y
Universal, que lograría restableciendo el perfecto equilibrio entre su alma y
cuerpo, la parte espiritual e instintiva de su naturaleza especial humana.
Madrid, 2 de Febrero de 1999
Ferenc Z. Lantos
NOTA: ESTE ENSAYO EXPUESTO EN EL NÚMERO 8 DE LA REVISTA ANUAL MENSAJE DE MI
CENTRO DE INVESTIGACIÓN, QUE POR RAZONES ECONÓMICAS NO SE PODÍA PUBLICARLO, HE
DECIDIDO EXPONER EN MI BLOG.
Madrid 11 de Junio de 2013
Francisco Z. Lantos
Doctor Arquitecto
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