Francisco Z. Lantos dice:
Una mujer femenina siempre gana, porque su manera de ser expresa la Verdad y aunque hoy,por falta de sensililidad hacia las justas jerarquías de valores, el hombre no está capacitado para concebir su verdadero valor, aún instivamente lo siente y aprecia
La feminidad es Amor Encarnado, expresa Amor y Belleza, cuya atracción es irresistible tanto para su pareja como para el mundo entero.El amante encuentra en ella su satisfacción amorosa, el niño el cariño, la protección y la seguridad, y la humanidad en general la manifestación de Dios.
Francisco Z. Lantos dice:
La religión católica al conceder mucha importancia a la virginidad de María, madre de Jesús, logro crear indirectamente un respeto natural e inmanente de los hombres creyentes hacia las mujeres en general.
Un verdadero creyente ve un poco a la Virgen María en todas las madres, y éstas son sagradas para él.
El amor de una madre es insuperable e indispensable en la formación de los niños y para que, como hombres, obtengan su perfecto desarrollo humano.
Francisco Z.Lantos dice:
Cuando el hombre acierta en su justa naturaleza humana y logra establecer su justa jerarquía de valores, el primero entre ellos es el Amor y su manifestación formal la Belleza. Una civilización con esta ideología da más valor a la Intuición que a la Inteligencia, porque sabe y siente que el Amor es una facultad intrínseca de nuestra naturaleza, en cuya posesión la Inteligencia sólo tiene el modesto papel de registrar lo que se intuye por nuestro ser entero. En esta civilización, la mujer tiene más respeto y admiración que en su opuesta, porque su feminidad expresa más este verdad.
Francisco Z.Lantos dice:
No hay superioridad o inferioridad entre hombre y mujer, sólo diferencias en carácter y naturaleza, con sus correspondientes dones, cuya valoración se cambia según la “filosofía del mundo y de la vida” de cada civilización.Los hechos psicobiológicos nos demuestran que el hombre es físicamente más fuerte que la mujer, más intelectual, más creativo a nivel de organización, trabajo etc., y su vanidad se expresa en su fuerza, tanto física como intelectual; sin embargo, esta aparente desventaja de la mujer, ante la fuerza superior del hombre es su propia fuerza, siempre y cuando no pretende competir con el hombre en este medio, sustituyendo la inteligencia y la creatividad del hombre por la mayor capacidad intuitiva de la mujer, que es la fuente de ambos dones y que aquí actúa espontáneamente haciendo a la mujer vanidosa de su Belleza y Amor, propiedades de su alma y de su cuerpo.Cuando la “filosofía del mundo y de la vida”,de las sociedades reconoce estos hechos psicobiologicos, que son los portadores de la verdad, y el ser humano ajusta su vida a estas leyes, se producen hombres auténticos, sin guerra entre ellos, ocupando cada uno los polos opuestos dentro de su especie,sintiendo una atracción uno por el otro para completarse en una unión amorosa.