EL PROLOGO Y CONCLUSIÓN DE MI LIBRO: EL PAPEL DE LOS ARQUITECTOS EN EL DESARROLLO NACIONAL
En este ensayo, tenía la intención de tratar estrictamente el tema que lleva el título de mi libro, y creo que lo he logrado a pesar del aire filosófico o místico en que he caído involuntariamente, y ahora sé que es inevitable con cualquier cosa que se quiera captar en su esencia.
Negar esto, como nuestra sociedad materialista lo hace hoy, y creer en cosas como entidades aisladas y completas en sí, a pesar de su “realismo”, es vivir en la ignorancia en un mundo ilusorio e irreal aumentando constantemente sus equivocaciones y contradicciones.
Es más real creer que el mundo material no es más que la manifestación visual de la Naturaleza del Ser Único y Absoluto que al ser AMOR exige su Autorrealización.
Esta Realización es nuestro mundo visible, la Multicidad cuya causa y origen está en el Uno que impregna y unifica todo lo que existe y les hace coherente para encontrarse Él fuera de Él. Esta Multicidad sólo es diferente en apariencia, en su esencia es la misma cosa con este Uno que se Auto realiza eternamente.
Ver así las cosas es inevitable para cualquier persona que se atreve a analizarlas en su esencia y tenga un fuerte deseo de conocer la Verdad.
Actuar según estos principios es el verdadero papel de los arquitectos en el desarrollo no sólo en el nivel Nacional sino también en el nivel Mundial.
Concluyo mi libro así: Este es el principal papel del arquitecto en nuestra época y en nuestras circunstancias; perfeccionarse individualmente para que sea capaz de sentir la unicidad del mundo y así poder tomar en consideración simultáneamente todos los innumerables factores que intervienen en su obra y en su comportamiento.
Esta es la Revolución Espiritual que cada uno de nosotros debe realizar individualmente, para poder reestablecer el orden y la armonía del Universo, con lo que se aunarán sin darse cuenta, todos nuestros sufrimientos, daños y problemas, incluyendo el de la superpoblación del mundo y se abrirá un nuevo horizonte lleno de esperanza, con posibilidad para el hombre de trabajar y luchar con el fin de realizar su idea.
Que forma va a tener la arquitectura o que sistema político-económico adoptará la nueva generación, ni se debe ni se puede establecer a priori; es la “filosofía del mundo y de la vida” la que debe ser establecida y llegar a ser Perfecta, ya que ésta es la causa, y todas las actividades humanas no son más que los efectos condicionados a esta Causa fundamental.
Esta filosofía perfecta del mundo y de la vida del hombre no es cuestión de definiciones, sino que sólo se puede obtener logrando llevar sus dos naturalezas en justo equilibrio. Y esto debe hacerse individualmente y sin ningún otro objetivo que el deseo de perfeccionar su Yo interior. El arquitecto que logre establecer el equilibrio de sus dos naturalezas, creará una arquitectura perfecta, con su forma apropiada para cada caso; pero más importante que esto, es que no sólo su obra será perfecta sino que con su conducta y cada actividad suya, creará un ambiente alegre y feliz.
En este ambiente, recuperará el hombre otra vez su optimismo y entusiasmo por la vida y tendrá un camino seguro y prospero para su futuro en el que sólo su rumbo estará marcado; el resto quedará para que cada uno resuelva con la posibilidad de participar en ello como actor, sin peligro de interferir en su rumbo, estando esto garantizado a causa de la idéntica “filosofía del mundo y de la vida”, que poseen.
Con esto, creo que he dicho todo respecto a la problemática de: EL PAPEL DE LOS ARQUITECTOS EN EL DESARROLLO NACIONAL, y no debería decir nada más, pero para los que quieren mayor información y siempre algo concreto, puedo añadir que lo único que se puede hacer es promover la auto perfección. Y esto, concretamente, es introducir en las Escuelas de arquitectura asignaturas más humanísticas que ayuden a despertar el interés hacia el secreto de la vida, la apreciación de la belleza y la creatividad. Estas asignaturas deberían ser enseñadas por quienes realmente las sientan así, y sean capaces de inculcar entusiasmo e inquietudes a sus alumnos. No es conocimiento, de datos concretos lo que se debe enseñar, sino sólo el camino para poder llegar a la perfección humana. Si se logra esto, loa alumnos encontrarán todo el conocimiento necesario para expresar y realizar sus ideas.
No obstante, como el Amor y la Belleza en esencia son la misma cosa, el otro camino, aunque más lento, para lograr este objetivo, es descubrir el verdadero significado de la Belleza que refleja el Universo en todas su partes y en su conjunto, y en algunas obras creadas por el hombres en su estado de equilibrio, de las que he tratado anteriormente.
El resultado de este tipo de enseñanza sería: arquitectos entusiastas de su profesión y de su vida, individuos optimistas y anhelosos de encontrar y servir la Verdad , con gran sensibilidad y don creativo y acierto de servir y promover, como educadores, sólo las justas necesidades del hombre, creando Belleza con sus obras, fruto del AMOR en que se convirtió su Espíritu y le ha hecho posible sentir la unión indispensable de su ser con el TODO.
Madrid 23 de Diciembre de 2010
Francisco Z. Lantos Dr. Arquitecto
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