MI TEORÍA DE LA EXISTENCIA
La esencia de toda la EXISTENCIA es AMOR. El significado del AMOR aquí es un estado de ser con una naturaleza única e intrínseca que exige de sí mismo la permanente realización, en cuyo proceso produce situaciones nuevas y obtiene sus formas siempre cambiantes pero nunca contradictorias con su Esencia. En este eterno movimiento y cambio dinámico, el AMOR obtiene también su ESTADO PURO, cuando al ser inmaterial existe en su naturaleza inmanente y esencial, sólo potencialmente, y como tal es consciente de sí misma. Tomando este estado como punto inicial de los ciclos repetitivos de su eterno movimiento, le encontramos aquí, por su inmaterialidad, como CONCIENCIA ABSOLUTA. Esta CONCIENCIA ABSOLUTA, experimenta su maravillosa naturaleza conociéndola, y este conocimiento le exige la inmediata iniciación de su Realización, ya que de otra manera esa Bienaventuranza que produce la Naturaleza de su Amor hubiera sido convertida en egoísmo, cayendo en contradicción con su contenido, por lo que en ese mismo acto y obedeciendo a su Naturaleza intrínseca, el Amor Consciente y Reflexivo se “explota” convirtiéndose en FUERZA CREATIVA en la que se grava y a través de la que se transmite su Voluntad. Esa Voluntad de extenderse sobre algo sensible y capaz de recibir su Amor es la que inicia el proceso de su AUTORREALIZACIÓN a través del que se corporiza el AMOR CONSCIENTE produciendo el Universo tangible en su desarrollo evolutivo, y experimentando a través de sus “partículas”, en infinitas formas y maneras, su Amor Universal y personificado. Aunque por la complejidad y la infinita extensión del Universo en espacio y tiempo, parece imposible para nosotros el concebir la Verdad sobre la EXISTENCIA , no obstante, prescindiendo de sus detalles y concentrándose en la esencia de su desarrollo, se ve claramente la tendencia de ese juego eterno del AMOR que, desde su estado prístino, el cual atraviesa por un momento solamente para enterarse conscientemente de su Naturaleza, se dirige hacia ese mismo estado, como una semilla o un embrión de cualquier ser animado. De igual manera que estas semillas, al iniciar su proceso de desarrollo, consumen la fuerza acumulada en las células del citoplasma y, a través de sus LEYES BIOLÓGICAS preestablecidas en sus códigos genéticos, transmiten la Voluntad de la FUERZA CREATIVA del AMOR PURO, y hacen evolucionar la planta con su forma física, así en el caso de la EXISTENCIA TOTAL de nuestro Universo la Conciencia del AMOR PURO, en el acto de la iniciación de su Realización, se consume y transforma a través de esa FUERZA CREATIVA en principio en FUERZA FÍSICA que, con sus leyes de gravitación y magnetismo, transmite la Voluntad del AMOR PURO y atrae a esas fuerzas, creando así a los átomos y moléculas de los elementos, cuyas masas concentradas por sus presiones forman las nebulosas, y las constelaciones, fabricantes de materias inanimadas, el escenario de la vida en nuestra biosfera. Esta biosfera nacerá en uno de los planetas del Universo, cuya distancia y posición espacial sean favorables, como las del nuestro, con un Sol particular, para captar y transformar su energía solar en materia animada, como son nuestros vegetales y animales.
Estos seres mucho más independientes que los elementos inanimados del Universo, a pesar de todo no son libres en sus comportamientos y actividades sino que también son guiados por la Voluntad del AMOR PURO. Aquí la FUERZA DE ATRACCIÓN, en que se convirtió el AMOR Consciente en su primera transformación del proceso de AUTORREALIZACIÓN, se torna en FUERZA AFECTIVA, recuperando algo de su Conciencia perdida pero quedando aún en un estado latente e irreflexivo y de forma predominantemente instintiva, que, sin embargo, le permite a sus portadores el sentir su efecto, pero no el cambiar Su Real Naturaleza. Esa FUERZA AFECTIVA es la que lleva ahora la Voluntad del AMOR PURO y como un código genético Universal transmite y dirige toda la evolución del Universo, Su Cuerpo Tangible y manifestado, en el que todos los elementos y entes animados son Sus células y juegan el mismo papel que éstas en los distintos órganos que forman el organismo de cualquier ser vivo. Estos obtienen sus formas y caracteres no por desarrollo o por evolución de un ser primitivo hacia otro superior, por azar o por mutaciones en la lucha por la supervivencia, como algunos biólogos han imaginado, sino obedeciendo a esa evolución que realiza la EXISTENCIA REAL , el AMOR PURO, entre su estado de origen con que se inicia y en que acaba cada uno de sus ciclos repetitivos.
Todos estos elementos inanimados y entes animados se desarrollan paralelamente y conjuntamente y cada uno como una entidad auténtica, independientemente del otro y sólo de acuerdo con la Voluntad y el deseo de la EXISTENCIA REAL , del AMOR PURO, de recuperar su Conciencia perdida, por lo que cada uno de ellos representa esa Voluntad y se relacionan entre sí para encajar perfectamente en esa REALIDAD ÚNICA y ESENCIAL de la que forman parte.
Esta idea bastante compleja y su validez difícil de demostrar, quizá se aclarará si comparamos el Universo con una obra de arte creada por el hombre; en una sonata de Mozart, por ejemplo, los sonidos de distintos tonos que intervienen en la obra no se desarrollan unos de otros, sino que intervienen tanto con su tono como en el intervalo de tiempo según la voluntad de la fuerza creativa de Mozart, fijada ésta en su partitura. En esta partitura está gravada la sonata y podemos reproducirla tantas veces como queramos, pero sólo si respetamos fielmente las leyes fijadas en la misma. Este hecho es cierto también en las demás actividades creativas del hombre: en la pintura, en la escultura, en la arquitectura, en la danza, etc., sólo que aquí los elementos que intervienen en la composición son colores, formas, volúmenes, espacios, movimientos, etc., y todos los elementos que componen la obra están relacionados en un justo equilibrio y existen para el perfecto funcionamiento del Conjunto.
El Universo en principio hace miles de millones de años no era tal y como actualmente lo conocemos, sino que era más sencillo, más denso, compuesto de elementos inanimados y sin vida. Después en el justo momento de su evolución, aparece la vida en forma primitiva, como entes unicelulares, después se desarrollan los entes superiores, culminando en el hombre. Como la historia de la arqueología nos demuestra que, en esa evolución los animales superiores aparecen más tarde y en una secuencia lógica y rigurosa, es natural suponer que éstos han obtenido sus formas adaptándose al medio ambiente en la lucha para su subsistencia, sin intervención de ninguna Fuerza Creativa, por el azar, y no como ocurre en las obras de arte humano. Sin embargo, si admitimos el hecho de que estos entes animados que forman la materia animada de nuestro planeta, existen reproduciéndose y consumiéndose unos a otros y que la energía que consumen es la proteína obtenida de la energía solar y transformada en el cuerpo de los vegetales, entonces veremos claramente que el resto de los entes animados estarán definidos, ya que sólo pueden existir aquellos que pueden consumir y convertir aquella proteína en su propio cuerpo, para transmitirlo a través de este en forma más concentrada a aquéllos para los que este tipo de energía es necesaria para su existencia.
Por eso la evolución tenía que ser progresiva con la dirección de la energía bruta en forma de materia hacia la energía inmaterial como Conciencia, pero en cada periodo de esa evolución tenía que existir un equilibrio entre sus “elementos” y un orden y armonía en el “conjunto”. En el principio, antes de manifestarse las partículas animadas, los elementos inanimados estaban regidos por las LEYES FÍSICAS, y cuando en el proceso de recuperar su Conciencia la EXISTENCIA REAL , nace la primera célula viva, que tuvo que ser vegetal, proliferan los otros entes unicelulares capaces de consumir la proteína de éstos y convertirla en su propio cuerpo, que no obtuvieron sus formas ni por la mutación ni por azar, sino por esa FUERZA CREATIVA que lleva la Voluntad de la EXISTENCIA REAL , del AMOR PURO. Así fue la materia animada de los seres unicelulares en donde este mundo era tan perfecto como los sucesivos en que reinaba el justo equilibrio entre las partículas y donde cada una de ellas podía desarrollar su vida en plenitud, obteniendo así su bienestar y aportando con su existencia el mantenimiento del perfecto funcionamiento del Universo.
En esta evolución del Universo que constantemente cambia y avanza de su sencillez hacia su complejidad produciendo nuevos seres animados, las nuevas partículas sentientes del “Gran Conjunto”, del Universo lo importante no son sus formas particulares, sino ese equilibrio que siempre existe y que es una necesidad indispensable para el bienestar de cada una de las partículas, que refleja y demuestra la existencia de una FUERZA CREATIVA con una NATURALEZA BONDADOSA detrás de ella.
Esa función perfecta del Universo que produce el equilibrio entre sus elementos inanimados y partículas sentientes, y que es indispensable para el bienestar de esas partículas, es lo Esencial y la Esencia de la evolución y esto es la consecuencia implícita del proceso de Autorrealización de la EXISTENCIA REAL , del AMOR PURO. En la proporción en que la EXISTENCIA REAL recupera su Conciencia se desarrollan seres animados con más capacidad de reflexión y desarrollo de sus conciencias, ocupando en este momento el hombre, con su naturaleza especial, la punta de la cuña de la evolución.
La energía del AMOR dentro de los elementos inanimados se manifiesta como FUERZA DE ATRACCIÓN y hace unir sus átomos y moléculas por las LEYES FÍSICAS del magnetismo y la gravitación. Esta energía en la materia animada, entre los seres animados, se manifiesta como FUERZA AFECTIVA y transmite Su Naturaleza y Voluntad a través de sus INSTINTOS, regidos por LEYES BIOLÓGICAS. En el hombre, el ser más desarrollado, la FUERZA CREATIVA del AMOR está recuperando su Conciencia y en él actúa no sólo la FUERZA AFECTIVA que pertenece a su vida física, sino también la FUERZA CREATIVA , Facultad y Don del AMOR PURO y Consciente (ver HOJAS nº 1, 1/A y 2 del Anexo).
Esta combinación de las dos fuerzas de la EXISTENCIA REAL , una que dirige las partículas sentientes a través de sus Instintos y la otra que pertenece al mundo Espiritual y de seres conscientes e inmateriales, al ser unidas en una entidad inseparable dentro de la existencia humana, hace difícil al hombre el aprovechar sus beneficios. Al contrario, si no logra llevarlas al justo equilibrio y establecer su paz interior reconociendo con su Intelecto la perfección de su Instinto, él puede caer víctima de su privilegio, juzgar equivocadamente la esencia de la EXISTENCIA y convertirse con sus comportamientos y actividades en el único elemento perturbador del Universo. Esta dificultad de poder sentir la Verdad espontáneamente como los seres animados que no tienen conciencia y que actúan por instinto, o de conocer la Verdad conscientemente como los Seres Espirituales sin cuerpo físico, y de caer constantemente en el error, si consideramos que sólo de esa manera era posible para el AMOR PURO liberarse de Su perfección preestablecida y obtener la libertad para Sus actos, entonces, este aparente error en el proceso evolutivo del Universo, torna a ser una necesidad y el hombre el ser más privilegiado entre todas las partículas sentientes. Él es como la flor de un árbol que sólo ha podido desarrollarse porque éste ha echado sus raíces, su tronco, sus ramas y hojas que le mantienen, pero falta aún que esa flor se convierta en fruto y que éste en su maduración produzca su semilla, que cuando se desprenda del cuerpo de su Causante, recupera la esencia de su existencial Universo en este momento es como ese árbol con sus flores, pero aún sin fruto, pero de lo que hemos visto, oído y experimentado ya sabemos como se terminarán esta obra, obedeciendo a la FUERZA CREATIVA que inició los primeros EXISTENCIA REAL, del AMOR de recuperar su Pureza y su Conciencia, que está manteniéndose en un grado muy alto, aunque de manera confusa, a través de la vida humana, que debido a esta situación empuja al hombre a reflexionar sobre sus actos, y sobre la Causa de la EXISTENCIA , sobre el origen y la finalidad del Universo, con lo que descubre unas verdades que poco a poco le llevan más cerca de la Verdad Absoluta , a la que, cuando se entrega, se convierte en un ser superior, llevando así adelante la evolución, reemplazando la flor del árbol con el fruto, representándole con una nueva especie más espiritual y menos material, en la que la Conciencia será dominante sobre el Instinto y se salvará esa dificultad que actualmente tiene el hombre de conocer y sentir la Verdad , por su doble naturaleza, con igual fuerza. Cuando esto ocurra los elementos inanimados del Universo y partículas sentientes de la materia animada sufrirán un reajuste pero sin alterar su equilibrio, ya que esto es lo único que siempre queda preservado y que es indispensable para el pleno desarrollo y el bienestar de las partículas sentientes que son producto del AMOR y que existen para percibir y experimentar el AMOR de tantas formas y maneras, de cómo y cuánto son.
Según esta teoría, que es mi Verdad, que intentaba demostrar por la razón pero que la obtuve por mi Intuición; la esencia de la EXISTENCIA es AMOR en un constante movimiento que en su Estado Puro es inmaterial y existe sólo potencialmente como Conciencia y en su estado de Autorrealización se manifiesta con su naturaleza de distinta forma, pero siempre creando un escenario en donde todas las partículas inanimadas y animadas están relacionadas entre sí y con el Conjunto en un perfecto equilibrio, produciendo un orden y armonía en todas las partes de la EXISTENCIA y manifestándose como Belleza. AMOR y BELLEZA, las dos caras de la EXISTENCIA son la Causa y el Efecto del Universo, es mi Verdad subjetiva que, por su sencillez y belleza, puede y espero que coincida con la Verdad Absoluta.
Francisco Z. Lantos Dr Arquitecto
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