Cual es el papel que los arquitectos hemos de adoptar en el futuro inmediato del desarrollo de las modernas ciudades es una de las muchas cuestiones sin resolver acertadamente en los debates y comisiones internacionales.
Tomando en consideración la anormal y desenfrenada expansión demográfica que significa aumentar en 3.000 millones la población mundial en un espacio temporal de tan solo 40 años (entre 2010 y 2050), llegando para el año 2050 a la, hasta hace poco, inimaginable suma de 9.600 millones de personas.
Sin atajar la exageradamente materialista “filosofía del mundo y de la vida” del hombre contemporáneo.
Y sin soluciones realistas para la fiebre de migraciones desde las zonas rurales o conflictivas hacia las grandes ciudades ya existentes.
¿Quién puede acertar con la solución ideal para los nuevos asentamientos humanos que la especial naturaleza del hombre exige?.
¿Cómo podemos en estas circunstancias salvar nuestras ciudades históricas, sus bellezas, con sus tamaños de escala humana y los valores culturales que poseen?.
¿Cómo acoger y distribuir a esa gran masa en los actuales asentamientos humanos en tan corto espacio de tiempo?
¿Cómo gestionar estos asentamientos para que cumplan los requisitos, no sólo técnicos sino también humanos, que nuestra naturaleza psicosomática exige?.
¿Que es lo que vamos a sacrificar en esta encrucijada?.
¿Olvidamos al hombre con soluciones superficiales y cómodas, como hacemos actualmente, y dejamos que el azar decida el futuro de la humanidad? o ¿ Tomamos sus justas necesidades como medida para nuestra actuación y buscamos las soluciones ideales para satisfacerlas esperando con ello llevar a nuestros hijos la felicidad de vivir? .
Estas son las preguntas a las que un Arquitecto, si quiere cumplir con su profesión, tiene que enfrentarse y tener la preparación y capacidad para resolverlas.
Comentario a: The Endless City. Crecimiento urbano y el rol del arquitecto.
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