24 dic 2010

¿CUÁLES SON NUESTROS VERDADEROS PROBLEMAS Y QUÉ POSIBILIDADES TENEMOS PARA RESOLVERLOS?

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¿CUÁLES  SON NUESTROS VERDADEROS PROBLEMAS Y QUÉ POSIBILIDADES TENEMOS PARA RESOLVERLOS?

1/ El antinatural crecimiento de la población del mundo, que en la época de Jesucristo era de 200 millones de personas y hoy es de 6.600, o sea 33 veces más que la que existía en aquella época.

2/ El antinatural consumo de energía del hombre contemporáneo, que tomando como normal lo que se consumía por persona en la época de Jesucristo, hoy, extendido esto por todas las partes de nuestro planeta, puede ser una media de 3-4 veces mayor de la normal por persona.

Multiplicando estos dos factores significaría 33 (aumento de la población) x 3-4 (aumento del consumo de energía)= 99-132 veces más consumo de energía que la que existía en la época de Jesucristo.

Empero, como estos antinaturales acontecimientos aún no han llegado a su techo, sino que, según las estimaciones de las Naciones Unidas, la población del mundo continuará creciendo hasta el año 2050 con 80-90 millones de personas por año, alcanzando la cifra de 9.400 millones, o sea 47 veces mayor, y el consumo de energía se extenderá también en los países económicamente emergentes como Indonesia, China, India, México y países de África y América Latina, llegando a ser 4-5 mayor del que existía en la época de Jesucristo, multiplicando estos dos factores resultaría 47 x (4-5)= 188-253 veces más consumo de energía que el que existía en la época de Jesucristo en el mismo tamaño del planeta, que sería prácticamente el doble de lo que existe hoy, que ya casi no somos capaces de producirla, y que además tendría que ser limpia, sin  contaminar nuestro medio ambiente del que depende el bienestar de todo ser vivo que lo componen.

Además, si añadimos a estos dos muy negativos males un tercero, la fiebre de las migraciones desde las zonas rurales y conflictivas y la concentración del 70% de la población mundial prevista para el año 2050 en enormes y deshumanizadas Metro y Mega ciudades e indefinidas Conurbaciones, entre las que 30 de ellas podrían llegar a tener 5-40 millones de habitantes, y que serían las auténticas fábricas de todo tipo de contaminaciones, creo que sólo un infundado optimismo en nuestras ciencias y en nuestra avanzada tecnología podría justificar que con estos medios podríamos resolver estos problemas, y los insignificantes resultados obtenidos hasta hoy en estos campos, que suelen presentarse en las Conferencias de las Naciones Unidas, sólo servirán para justificar  sus mal enfocadas y costosas Conferencias, y de auto engañarnos y posponer la inevitable catástrofe y fin de nuestras civilizaciones, que si seguimos tratando con el mismo enfoque nuestros males y problemas, tomando estos como unos hechos dados y no como los manifestados efectos de una causa común, este catastrófico final ocurrirá antes del año 2050.

Este triste fin, por la gravedad de los tres males expuestos y que siguen aumentándose a un ritmo con el que no podemos seguir al paso, si lográramos cambiar este erróneo enfoque y criterios en los que se basan las programas de las Naciones Unidas y centrar nuestro interés en la investigación de la causa de todos nuestros males, que son los efectos de esta causa, entonces, aunque por falta del tiempo que tenemos hasta el año 2050, parece que ya nada puede salvar nuestras civilizaciones de una destrucción planetaria, al menos  este justo enfoque marcaría el acertado camino para tratar nuestros males y problemas, y si a pesar de todo no lográramos salvar a todos nuestros congéneres, tendríamos al menos elaborada la correspondiente solución justa y necesitada para los supervivientes y para la futura generación, quienes, aprendiendo de este catastrófico fin causado por nuestro erróneo enfoque sobre nuestros males, estarían abiertos para interesarse por esta nueva y acertada idea exigida por nuestra naturaleza psicosomática y aceptarán las correspondientes soluciones que hoy los hombres de nuestras sociedades, por su exagerada y materialista “filosofía del mundo y de la vida” y el degenerado estado de su naturaleza psicosomática, que define su jerarquía de valores y dirige sus conductas y actividades, este convencimiento les imposibilita cambiar sus erróneos modos de vida.

Los antinaturales incrementos y gravedad, sólo de los tres aquí mencionados males, demuestran que éstos no han podido aparecer por azar, sino que existe detrás  de estos negativos acontecimientos una causa, y esta causa, que yo anuncié en mis dos artículos: “La causa y solución del enorme aumento de la población del mundo” y “Artículo dirigido a las Inteligencias inquietas”, publicados ambos en el año 1966 en la revista ARQUITECTURA del C.O.A.M. y el primero de ellos también en el diario ABC, es el malentendido de la naturaleza humana y en una errónea relación con el mundo y su Creador. El medio de solucionarlo está en comprender la naturaleza del hombre, su destino, su lugar en el mundo, la naturaleza de dicho mundo y el objetivo del Creador para con él. En otras palabras, buscar la “Verdad”. Esta teoría, ignorada durante estos últimos 43 años, ante los hechos arriba demostrados, en las últimas Conferencias Mundiales de las Naciones Unidas ya algunos delegados están empezando a reconocer también que existe una causa de nuestros males y esta causa es el propio hombre.

Empero, como este simple reconocimiento, que hoy ya todo el mundo sabe, no es suficiente ya que observando la conducta y actividades del hombre en su historia,  está demostrado de que el hombre, a pesar de ser del mismo tipo de especie, ha tenido muy diferentes conductas y actividades, en la Edad Media, en el Renacimiento y en nuestros tiempos, desde la Revolución Industrial en nuestra cultura Cristiana, ofreciendo diferentes resultados positivos y negativos.

Para saber el por qué han ocurrido estas tan diferentes conductas dentro del mismo tipo de especie, que no ocurre con ninguna otra dentro de los seres animados (animales), es una cuestión filosófica relacionada con la Verdad, que para obtener la justa respuesta a mí me costó 42 años de profunda e ininterrumpida investigación, que los recientes descubridores como Al Gore, que reconoce al hombre como causa de nuestros males,  pero para obtener los necesitados cambios de modo de vida del hombre contemporáneo, en su famosa película “Una verdad incómoda” en la que demuestra muy dramáticamente las grandes destrucciones causadas por el hombre a nuestra Naturaleza, pero para resolver este problema propone 10 ejemplos, que según él pueden cambiar el destino del mundo, como son: usar bombillas de bajo consumo, conducir menos, reciclar mas, revisar los neumáticos, usar menos el agua caliente, ajustar el termostato, plantar un árbol y desenchufar los aparatos eléctricos”.ha  demostrando con ello su ignorancia sobre la naturaleza de especie humana y la naturaleza de  nuestro mundo y la relación de la vida del hombre dentro de el, desviándonos, con su precipitada e improvisada opinión, a un camino equivocado para encontrar el necesitado tipo de investigación y búsqueda.

No obstante, aceptando ya que la causa de nuestros innumerables e interrelacionados males es la errónea conducta y actividades del hombre, ya anunciado por mí en el año 1966, como mencioné anteriormente, basándome en los 43 años de búsqueda para conocer la naturaleza real de la especie humana, la naturaleza de nuestro mundo dentro del que realizamos nuestra vida, creo que he logrado encontrar la solución justa y necesitada para cambiar nuestro erróneo modo de vida y restablecer con ello la perfecta evolución y desarrollo de nuestro Mundo Manifestado, con lo que se anularían de manera natural y espontánea todos nuestros males, asegurando nuevamente el bienestar de todas las vidas que lo componen incluida nuestra felicidad.

El problema es como introducir esta justa y necesitada “filosofía del mundo y de la vida” y sus correspondientes soluciones prácticas en todos los campos de nuestros quehaceres.

Estudiando la conducta y actividades de la especie humana, y tomando como ejemplo la antigua cultura de Grecia  y nuestra cultura Cristiana, las que han tenido más influencia en nuestra conducta y actividades, observamos que éstas, en ambos casos, han enseñado 3 diferentes tipos, causados por el estado psicosomático de su naturaleza especial humana que han sido:

1/ En la época Arcaica, entre los tiempos de Homero y Pitágoras, de la antigua cultura de Grecia, y en la época de la Edad Media, entre los tiempos de Jesucristo y Giotto, de nuestra cultura Cristiana, ambas culturas tenían una exageradamente espiritual “filosofía del mundo y de la vida” e intentaban vivir de acuerdo con esta filosofía, perdiendo el justo equilibrio entre la parte espiritual y la instintiva de las que está compuesta su naturaleza especial humana, y en este estado, que definía su jerarquía de valores y según ésta su conducta y actividades, estos, al no coincidir con las Leyes de la Naturaleza que guía la conducta de los otros seres animados en perfecta armonía con el desarrollo de nuestro mundo dentro del que realizan sus vidas, los hombres de estas épocas, mientras mantuvieron su falsa “filosofía del mundo y de la vida” han causado diferentes tipos de males, de cuya causa no eran conscientes y por eso, hasta que no lograron cambiar sus erróneas filosofías y restablecer el perfecto equilibrio entre la parte espiritual y la instintiva de su naturaleza especial humana, no han podido eliminar ninguno de sus males, y sólo cuando a través de las contradicciones entre sus ideas y la realidad empezaron a manifestarse con más evidencia, estaban preparados para interesarse por nuevas ideas, lo que ocurrió en la época Clásica, entre los tiempos de Pitágoras y Aristóteles, en la antigua cultura de Grecia y en la época del Renacimiento, entre los tiempos de Giotto y Beethoven en nuestra cultura Cristiana.

2/ Cuando los hombres de estas últimas épocas han logrado establecer la justa “filosofía del mundo y de la vida” y recuperar con ello el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza especial humana, que guía sus conductas y actividades, ahora con su perfecto estado de su naturaleza psicosomática, desaparecen, sin ninguna intención especial, más bien de manera natural y espontánea todos los males existentes producidos por su anterior “filosofía del mundo y de la vida” y el degenerado estado de su naturaleza psicosomática. Este deseado cambio se ha realizado  por una lenta evolución en ambas culturas.

3/ Como en el proceso evolutivo del cambio de intereses de los hombres hacia sus vidas físicas-instintivas empezó a desarrollarse la ciencia en todos los campos de sus actividades, que han dado muchos buenos resultados prácticos para sus vidas físicas, en su optimismo en estas ciencias, los hombres  poco a poco empiezan a mostrar poco interés por sus necesidades espirituales, llegando a su exageradamente materialista “filosofía del mundo y de la vida” y el degenerado estado de su naturaleza psicosomática, que actuaban como guía de sus conductas y actividades  Esto ha ocurrido en la época Helenística, entre los tiempos de Aristóteles y Jesucristo, en la época de la antigua cultura de Grecia y desde la Revolución Industrial, extendiéndose esto ya por todas las partes de nuestro planeta. Los males que se han presentado como consecuencia de esta errónea “filosofía del mundo y de la vida”, sabemos por la historia, que los antiguos griegos no han podido eliminarlos ni realizar los necesitados cambios por vía evolutiva, sino tuvo lugar un cambio drástico y destructivo, que, les sirvió para dar nacimiento a una nueva y justa “idea sobre el mundo y de la vida”, que en este caso la anunció Jesucristo, con lo que se abrió un nuevo camino para estas Culturas, de la Cultura Cristiana, cuyo proceso de desarrollo he expuesto anteriormente.

Encontrándonos hoy en esta tercera situación, con una “filosofía extremadamente materialista del mundo y de la vida” y el estado degenerado de nuestra naturaleza especial humana, como existía en la época Helenística de la antigua cultura de Grecia, quienes no lograron corregir su erróneo modo de vida por vía evolutiva y evitar con ello su destrucción, aprendiendo de este hecho y sabiendo que sólo cuando logra establecer el hombre el justo equilibrio entre la parte espiritual y la parte instintiva de su naturaleza y obtener su justa “filosofía del mundo y de la vida” puede adaptarse con su conducta y actividades a las Leyes de la Naturaleza y anular con ello todos los males y daños causados por él, sin esperar hasta que se produjera el catastrófico fin de nuestras civilizaciones, yo empecé a buscar desde el año 1966 esta justa “filosofía del mundo y de la vida” correspondiente a nuestra naturaleza especial humana, y encontrando ésta, que bajo el título “Mi teoría de la Existencia” desarrollé y publiqué en mi libro “De filosofía y arquitectura” aplicando esta teoría como base para las actividades de los hombres en los diferentes campos de sus profesiones.

En mi libro “En busca de la plenitud humana” expuse mi mensaje para los estudiantes de diferentes carreras, - cómo tratar la profesión para que ésta sirva como fuente de inspiración y puente hacia la autorrealización - , obtener así este deseado equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana, que no sólo anulará todos nuestros males, sino que restablecerá el perfecto y armonioso desarrollo de nuestro Mundo Manifestado, del que depende el bienestar de todas las vidas que lo componen.

En mis otros libros: La problemática de la vivienda unifamiliar y colectiva

                                La forma esencial de los hoteles de viajeros

                                 El papel de los arquitectos en el Desarrollo Nacional

                                 FERENC Z. LANTOS: mi arquitectura orgánica – una nueva teoría
                                                                          sobre la vida y arquitectura
                                                                       
                                 La vivienda y las ciudades – La construcción del mundo del mañana
                                                                                  Compuesto de seis volúmenes.
                                 Culturas y tecnologías

Basándome en mi Teoría de la Existencia desarrolle las correspondientes soluciones en distintos campos de nuestras actividades tomando como base las justas e intrínsecas necesidades de la naturaleza especial humana.

Además de estos libros, como mi “filosofía del mundo y de la vida”, y los enfoques para tratar nuestros innumerables e interrelacionados males, surgidos desde la Revolución Industrial no han coincidido con lo indefinido y rutinariamente practicado ideología  por las Naciones Unidas ni con otros Organismos Oficiales y Organizaciones Particulares, los que tratan nuestros problemas en sus Conferencias y Congresos Mundiales, aprovechando sus temas, desarrollé en forma de ensayos sobre cada uno mis ideas y proposiciones y como ninguno de estos Organismos se interesaban por sus contenidos, he creado dentro de mi Centro de Investigación una revista anual con el título “MENSAJE”, en la que he recogido mis ideas y pensamientos, no sólo sobre los temas de estos organismos sino sobre todo lo relacionado con el mundo y esta vida justa que corresponde a nuestra naturaleza real.

Y como una imagen vale más que mil palabras, he recogido mis ideas y sus correspondientes soluciones (que necesitaremos para el cambio evolutivo de nuestro erróneo modo de vida) en una amplia exposición presentándolas por medio de diagramas, textos explicativos, planos de proyectos en dibujos, fotos y maquetas, que siguiendo una ruta prevista facilitará la captación de su contenido.

Espero que cuando el hombre de nuestras civilizaciones esté dispuesto, por la experiencia obtenida a través de los daños y sufrimientos causados por nuestro modo de vida, a interesarse por una nueva “idea sobre el mundo y la vida”, nuestros trabajos desarrollados en los citados libros, revistas y exposición serán una gran ayuda para empezar esta nueva vida.

No obstante, si las Naciones Unidas hubieran aceptado la necesidad de cambiar sus erróneos enfoques y criterios para tratar nuestros males y problemas y aceptaran que la causa y no sus manifestados efectos tendrían que ser investigados, creo que los resultados de mis 43 años de ininterrumpida investigación tendrían un valor para no empezar de cero, sino que servirían al menos como borrador, revisándolos y completándolos con nuevas ideas para su definitiva versión y su divulgación.

Madrid, 16 de Junio de 2009
Ferenc Z. Lantos

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