CAUSA Y SOLUCIÓN
DEL ENORME AUMENTO DE POBLACIÓN DEL MUNDO
Versión segunda de mi primer artículo publicado en el año
1966 sobre este tema, adaptado al nuestro tiempo.
Desde el primer hombre hace cientos de miles
de años hasta el año 1.900 de nuestra cultura, la población del mundo llego a
tener 1.600 millones, sin embargo para duplicar esta cifra hizo falta solamente
60 años, ya que en 1.960 la población del mundo era de 3.200 millones y para
duplicar está, según las estadísticas, faltaban solamente 40 años, terminando
nuestro siglo con la asombrosa cifra de 6.400 millones.
Al ver el diagrama de este antinatural
crecimiento de la población del mundo hace 42 años, quede tan asustado que
desde entonces mi preocupación e interés principal era este fenómeno. Con cada
paso en mi investigación que ha sido más de tipo de observación y meditación,
que científica, aumentaba la gravedad del peligro que este fenómeno
representaba para la humanidad y la urgencia de resolverlo. Bajo esta influencia, todos los resultados
científicos y esfuerzos humanos que no estaban relacionados con este problema,
me parecían inútiles, ridículos e incluso perjudiciales.
Para demostrar mi preocupación sobre este
asunto, desarrollé mi idea y teoría en mi articulo: CAUSA Y SOLUCIÓN DEL ENORME
AUMENTO DE POBLACIÓN DEL MUNDO, que se publico primera vez, en el año 1966, en
la revista de ARQUITECTURA del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, lo que
15 años más tarde el Diario ABC ha recogido, en su versión ampliada y titulada:
CAUSA Y SOLUCIÓN DE LA ENORME EXPANSIÓN DEMOGRÁFICA publica en Los Domingos de
ABC Semanal, el mismo artículo en su versión ampliado. No intento traer aquí
más ejemplos y pruebas del gran peligro que nos causará este fenómeno, que es
mucho mayor de lo que podemos imaginar y que cada día será más notable, sino
que voy a hablar otra vez de la causa, porque de está nadie habla y las pocas e
insuficientes investigaciones que se preocupan de su efecto, aceptan como un hecho este fenómeno. Esta teoría, no
solamente es equivocada, sino perjudicial y su resultado será acelerar aún más
la catástrofe hacía la que el mundo marcha ya con gran rapidez.
Hablando de la causa, no debemos olvidar que
se trata de un tema muy complejo, que esta directamente relacionado con la
Verdad. Tocando este tema, los argumentos, pruebas y razonamientos, nos
llevaría a un campo distinto, con el peligro de perder el principal objetivo de
este artículo. Para evitar esto, he decidido simplificar mis argumentos y dar
solamente mis conclusiones que han madurado durante estos años en mis
pensamientos y que son las premisas a las que ya he resumido en mis dos
artículos citados, según lo que:
El Universo, a pesar de su infinidad de su
extensión y diversidad de seres, esta compuesto por tres “elementos” con sus
correspondientes naturalezas:
a)
Espíritu Puro
b)
Materia muerta y viva (elementos
inanimados y entes animados del Universo)
c)
Hombre, que mientras vive, es la
unión inseparable de las dos naturalezas anteriores.
a)
Espíritu Puro: Es el “Ser Supremo”,
Infinito e Independiente, Causa de todas las cosas. Su naturaleza intrínseca es
actuar con amor y esto se realiza al crear belleza, belleza que cuando se
materializa, se manifiesta en la Existencia del Universo.
b)
Materia muerta y viva; Universo.
Obra de arte extremadamente compleja que se extiende en el tiempo y en el
espacio hasta el infinito y en el que el número de elementos y seres vivientes
se encuentra siempre en constante transformación y crecimiento dinámico, pero
siempre manteniendo un orden y una armonía constantes. El “Creador” logro y
aseguro la función ordenada y armoniosa del Universo, dotando a todos sus
elementos y seres vivos de una naturaleza determinada. Todos estos elementos y
seres tienen un papel específico y necesario en el conjunto, y debido a la
falta de conciencia y libre albedrío pero, al tener un amor instintivo y una “voluntad
de vivir”, todos están obligados dentro de su naturaleza, a realizar sus
funciones. Así, el orden y armonía que son necesarios al “Creador” en su acto de
creación y al bienestar de los seres vivientes, que son los “elementos” y “motivos” de esta obra de arte viva,
están preservadas.
c)
Hombre, El hombre, con sus dos
naturalezas opuestas, la material y la espiritual, representa la fusión del
“Creador” con el Universo. Su espíritu es una parte minúscula del Espíritu
Supremo y su cuerpo lo es de ese mundo creado por “Creador Supremo”. Cuando
estas dos naturalezas están completamente unidas, formando una unidad, la
Conciencia objetiva y la Voluntad libre del Espíritu Supremo, se puede
oscurecer por la naturaleza instintiva de hombre, siendo ésta la causa de que
él sea victima de una lucha interna de su vida instintiva y su vida espiritual.
Esta lucha condiciona su “visión del mundo y de la vida” en la que realiza su
voluntad libre y del cual depende su felicidad. Desde el punto de vista
material, el hombre es parte del Universo, por ello, debe encajar
armoniosamente en el. Su poder de “voluntad de vivir” asegura la suerte de su libertad en contra de
abandonarse a la vida pero, su espíritu que posee sólo una verdad subjetiva,
pero por ser derivado de su método de razonamiento, basado en la lógica, le
parecerá objetiva, está sujeto de usar a equivocadamente su libertad.
Cuando la verdad subjetiva del hombre no
coincide con la Vedad objetiva del “Creador Supremo”, el hombre comete errores.
Por ello la singularidad del hombre consiste en que él es el único ser a quien
no se le ha impuesto una conducta predeterminada y a quien el “Creador Supremo”
permite equivocarse. Pero incluso en .esto, el hombre está limitado; el péndulo
de la libertad humana oscila entre sus extremos espirituales y materiales y
tiene tres posibilidades a realizar en su vida:
1)
Puede sobrevalorar su vida
espiritual a costa de su vida material-instintiva.
2)
Hacer lo contrario.
3)
Mantener sus dos naturalezas en
justo equilibrio.
En el primer caso, el hombre juzga el mundo
y la vida excesivamente desde su punto de vista espiritual. Subconscientemente,
sin razonar, siente su afinidad con el Espíritu Supremo y su mayor deseo es
unirse más pronto con El. Sin embargo, no ve al mundo como la necesaria
manifestación de la naturaleza inherente del Amor Puro, sino equivocadamente,
como una prueba para juzgar su futura vida, con tentaciones de “pecar” y perder
la posibilidad de merecer el Amor de su “Dios” en aquella vida, que para él es
lo más importante.
Al despreciar su vida terrenal y su parte
física, el hombre no solamente no lucha frente a las Leyes de la Naturaleza, como los demás seres vivientes, sino que, al
descuidar su vida física, crea un ambiente falto de higiene, con lo que en su
alrededor, practicante cría y multiplica
a sus desconocidos enemigos mortales (los diferentes virus y bacterias) y cae
victima de innumerables enfermedades corporales.
Llegando al extremo de esta falsa “filosofía
del mundo y de la vida” y extendiéndola en toda la tierra, la humanidad tendrá
el problema de despoblación del mundo. Nuestra cultura Cristiana en la Edad
Media tenía esta falsa “filosofía del mundo y de la vida” y experimentaba este
fenómeno.
En el segundo caso, el hombre juzga y valora
el “mundo y de la vida”, excesivamente desde su punto de vista material.
Concentra su interés alrededor de su vida física y pone su espíritu (mente) al
servicio de ésta. Al exagerar la importancia de su vida corporal, su espíritu
se transforma y pierde su naturaleza inherente, su facultad de “crear belleza por amor”, sin embargo
mantiene su consciencia y libre albedrío. La unión del espíritu del hombre y
del Espíritu Supremo, se rompe y con esto el hombre pierde su facultad de ver
el mundo como una sola unidad en la que, él con su vida física, forma parte
integrante. En su idea, ahora los
elementos y seres vivos, que son los “elementos y motivos” en esta obra de arte
viva que es el mundo, se aíslan uno del otro, obteniendo sus importancias, no
según los papeles que cumplen dentro del conjunto, sino de acuerdo de su falsa
“filosofía del mundo y de la vida”. Esta filosofía al no ver la unidad
necesaria e inseparable entre las vidas del mundo para su armonioso
funcionamiento, de acuerdo con ella, las clasifica como útiles y perniciosos y
todo lo que considera innecesario e inconveniente para él, lo cambia o lo
destruye.
Así, los
enemigos de su cuerpo, los virus y bacterias, con el descubrimiento de
microscopio y con el desarrollo de la química y ciencias prácticas (que son
ahora los resultados de su interés materialista), parecen víctimas del hombre.
Esto al salvar nuestra vida parece un acto noble y humano, sin embargo, sus
resultados son discutibles comparado con el problema de la superpoblación del
mundo, que de esto ha surgido.
En realidad, el
hombre con esta actividad suya, sin darse cuenta, se interfiere en la obra del
Creador Supremo, porque al quitar uno de los “motivos” artísticos, del
conjunto, rompe su armonía con que destruye la “obra artística” y su belleza de
la cual depende el bienestar, tanto de su vida como de la de los demás. Algo
parecido ocurrirá en un lago si los pequeños peces, que tienen un poder de
multiplicación mayor que los grandes peces (que les sirva para equilibrar la
consumición por parte de éstos), encontrase un día algo que actuase sobre los
mayores causándoles la muerte, sus problema de momento estaría resuelto, pero
al paso de tiempo esta multiplicación sin consumo, daría paso a otro problema
más grave, que será la falta de espacio vital. Afortunadamente esto no puede ocurrir
ya que sólo el ser humano tiene el poder de intervenir el la obra del “Creador
Supremo”, equivocándose y causando por ello sufrimientos.
Desde punto de vista del “Creador Supremo”
este sufrimiento es parecido al que experimentaría un compositor de música si
un profano quitara unos sonidos de su obra porque éstos molestarán sus enfermos
oídos, o quitase unos colores de un cuadro de un pintor por las molestias de su
enferma visión. Y si los colores y sonidos (los “motivos” artísticos) tuvieron
sentidos, experimentarán el mismo sufrimiento que experimentan con su previa
intervención las vidas del mundo que son los “motivos” artísticos de esta obra
de arte viva del “Creador Supremo”, al que conocemos como nuestro mundo y de la
que nosotros y el “Creador Supremo” dentro de nosotros forma parte.
En el tercer
caso, cuando el hombre logra establecer su vida equilibrada de sus dos
naturalezas, vive su vida verdadera en armonía con el mundo entero. Su espíritu
recupera su naturaleza inherente de “crear belleza por amor” y su “visión
correcta del mundo y de la vida”.
Ahora,
conscientemente quizás, siente la Verdad Absoluta del Espíritu Supremo y
entiende que el mundo no es más que la Existencia Real del Amor Puro en su
proceso de su autorrealización (corporización), que se manifiesta como una obra
de arte viva, donde todos sus “elementos y motivos” artísticos, forman una
inseparable y necesaria parte del conjunto, mientras que sin embargo, sus vidas
particulares encierran un mundo entero. Esta unidad
que existe entre las infinitas diversidades del mundo, es la consecuencia de un
amor instintivo como propiedad común de todas las vidas, excepto del Amor del
hombre que cuando es verdadero es consciente y Divino. Este Amor es que ahora
él recupera y que deja sentirse en él también y de concebir conscientemente a
través de estas diversidades del mundo, su unidad. Para él ahora, los pájaros y
los peces no son ya más unos seres aislados, sino que son los “motivos”
importantes de un conjunto sin los que la Idea y Voluntad del “Creador Supremo,
se turbaba, y a consecuencia de esta filosofía, su cuerpo también obtiene una atención
y apreciación justa. Además de esto, al descubrir sus formas bellas y perfectas
para realizar sus vidas y habilidades de adaptarse a sus ambientes, el hombre
descubre detrás de ellos al Creador Supremo y toma cariño por ellos, se
interesa tanto por sus vidas particulares, como en sus papeles en el conjunto y
disfruta tanto en la relación directa con ellos como en la contemplación de la
obra de su Creador Supremo, de la que ellos forman parte. De igual modo al
cuidar su cuerpo, descubre su perfección y belleza que afecta favorablemente al
desarrollo de su espíritu. Yal tener
igual interés y atención por sus dos naturalezas, sus actividades se dividen
entre arte y ciencia, perdiendo su exagerada capacidad previa en la lucha de su
cuerpo contra la Naturaleza, pero recuperando su poder de creación y amor que
son los alimentos de su alma.
El hombre en este
instante pierde su don de equivocarse y desde el punto de vista de la obra del
Creador Supremo, llega a ser perfecto, como las demás vidas, mientras desde su
punto de vista, estabilizando este estado, aparecerá su imperfección. Su
adaptación perfecta con el mundo anula todos los sufrimientos y el problema de
superpoblación del mundo se resuelve sin intervención alguna, automáticamente,
pero anula también su posibilidad de ser un miembro activo e individuo en la
obra de Creador Supremo.
Su perfección existe pues, en su imperfección y su felicidad en la
corrección de sus errores y en el camino hacía su perfección. La historia
humana presenta pruebas de que ahí él no puede quedarse, porque el optimismo
que causan sus resultados en este camino, hace pasar este línea intermedia tan
deseosa y lleva al su otro extremo de su posibilidad. Sin embargo, para ver la
Verdad del Creador Supremo, sobre su existencia, su perfección es
indispensable, por esto hoy, en el
estado desequilibrado de su naturaleza especial humana, él no puede
corregir sus errores. Al contrario, en la medida de que piensa mejorar su vida,
la empeora. Hoy esto es ya un hecho y no
hace falta ninguna prueba para su justificación. su Sin embargo, al intentar de resolver el fenómeno de la superpoblación,
estamos en punto de cometer el más grave error que el hombre en historia haya cometido. Al pensar resolver
este problema con píldoras anticonceptivas y con aborto, sin hablar del daño moral, sería admitir que “Dios”
es imperfecto e injusto, porque ha creado al hombre con unas facultades
innecesarias, para fastidiar su vida.
Como hemos visto
que la Verdad no es esto, sino lo contrario y que “Dios” es Amor Puro y es
Perfecto, no reconocer esto significaría la contradicción de la filosofía
básica de todas las grandes religiones existentes y sería el fracaso de nuestro
futuro, terminando igual como de Sodoma y Gomorra de la cultura Judea.
Según mi teoría,
la solución única y correcta de corregir nuestros errores y resolver el
problema de superpoblación será reconocer la verdad anteriormente descrita y
elegir un camino evolutivo para realizarla, que nos llevará a justo equilibrio
de nuestra naturaleza psicosomática..
Aceptando esta
“filosofía del mundo y de la vida” cambiaremos nuestros intereses y actividades
sin darnos cuenta, de igual modo que ya ha ocurrido en el pasado con las
sociedades de Jesucristo, Buda, Confucio, Zaratustra, etc. aceptando sus
“filosofía del mundo y de la vida”, perdiendo de un lado y ganado en el otro
algo de nuestros resultados anteriores, llegando con cada paso más cerca de la
perfecta adaptación con la Naturaleza, anulando con esto todos los males y sufrimientos
y creando alegría y entusiasmo.
Como de este
artículo al referirme a la Existencia Real utilizaba términos como Creador
Supremo, Dios, Amor Puro, para entenderme con más claridad adjunto mi ensayo: AMOR, LA ÚNICA REALIDAD
DEL UNIVERSO, que es mi teoría sobre este tema:
Haciendo esto y basado en el famoso frase de LAO TSE, referido para
conocer la Verdad sobre el mundo, de:
“Como arriba así a bajo”, aceptando esta teoría, El Universo en esencia es similar a cualquier
planta o animal que empieza su existencia particular con una “semilla”, un
huevo o un óvulo fertilizado, en los que existe el correspondiente código
genético (Idea en que existe la verdad potencialmente), que dirige el proceso de materialización en
sus crecimientos, produciendo al final de su desarrollo el mismo tipo de
semilla, huevo y óvulo fertilizado, terminando con ello un ciclo de sus
existencias, con la capacidad de iniciar un nuevo ciclo de las mismas
características.(ver HOJA Nº1 y Nº1/A.)
En el caso del Mundo esta semilla con la que se inicia el proceso de su
realización es Amor Puro, que no es un atributo de algo o alguien, sino es como
subsistencia y que es inmaterial y es como una Existencia Espiritual que posee
Conciencia, Conocimiento Absoluto y una Fuerza Creativa, que actúa como un
código genético (Idea) en el proceso de su Autorrealización, transformando su
Amor Puro y Universal a través de su “Corporización” en elementos inanimados (minerales
y metales) y seres animados (vegetales, especies animales y el hombre) en
distintos tipos de amores particulares, dentro de los que la Realidad Esencial,
el Amor Puro, experimenta y disfruta un amor particular en infinitas formas y
maneras. (ver HOJA Nº2 y HOJA Nº 3)
Al igual como una planta una vez depositada su semilla en una tierra
fértil, primero hecha raíces, después el tallo, las ramas, hojas, y la flor y
finalmente la semilla, cuyo proceso se realiza en orden y armonía que irradia
belleza, la otra cara del Amor, así, esta obra que abarca Toda la Existencia en
que los raíces, el tallo, las ramas y hojas representan los seres animados que
sólo poseen instinto y la flor, que representa la especie humana ya con su
doble naturaleza; la espiritual e instintiva, también se desarrolla según las
leyes que corresponden a la naturaleza única e intrínseca del Amor Puro.
Según esta teoría en el Universo
sólo existe Amor y esto se manifiesta en sus dos formas: El Amor con su forma
Pura, cuando es la Idea básica y causante de su forma Autorrealizada, y ésta
según en que medio se encuentra se manifiesta en innumerables formas y maneras,
siempre irradiando Belleza, que al alcanzar su total desarrollo y recuperar
nuevamente su Amor Puro, su única e intrínseca naturaleza y Conciencia
Absoluta, inicia nuevamente otro ciclo de su Eterna Existencia.
Madrid, 04 de Marzo de 2015
Francisco Z. Lantos
Doctor Arquitecto
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