19 may 2013
MEDIO AMBIENTE HISTÓRICO Y SU PRESERVACIÓN
La preservación del medio ambiente histórico, entendiendo esto incluso para los edificios o conjuntos urbanísticos que tienen valores arquitectónicos y culturales, hoy es el más gran problema y exige una valoración y juicio muy acertado que muy pocas veces prevalece. La razón de las posibles equivocaciones en este campo es que mientras, por razones psíquicas y culturales, para no perder las raíces de nuestro pasado, tendríamos que preservar estas herencias, al mismo tiempo no queremos ni podemos cambiar nuestro modo de vida tan diferente de lo que tenían los habitantes de estos edificios, barrios o ciudades.
En la polémica, además, muchas veces entran factores sentimentales e hipocresía, porque los defensores de estos edificios y calles insanas, incómodos, mal ventilados, sin suficientes instalaciones sanitarias, sin garajes y sin posibilidad de aparcamiento en ningún sitio cercano, no quieren vivir allí, sólo tomar unas copas en sus típicos y románticos bares y restaurantes, creando incluso ruidos con sus borracheras a los sufridos vecinos.
Si añadimos a estos inconvenientes que, como estos edificios y zonas ocupan los centros de las ciudades, alrededor de los cuales se ha desarrollado la nueva extensión que es en algunos casos 10-50 veces más grande que era la ciudad cuando se construyó, con calles estrechas para peatones y trafico de carruajes, sin la posibilidad de construir hoy garajes debajo de los edificios existentes, y que hoy tendrían que aguantar ese gran aumento de tráfico rodado y peatonal, que al no poder realizarse imposibilita el acceso con vehículos privados, de los que no quiere prescindir el hombre contemporáneo, caemos en contradicción con nuestra defensa y pronto nos daremos cuenta que estamos ante el caso de que en nuestra decisión no podemos comernos y a la vez quedarnos con la tarta, sino que tendremos que elegir una u otra solución.
En esta encrucijada podrían ayudarnos los ejemplos realizados por nuestros antepasados en casos similares. Haciendo esto descubrimos que ellos en estos casos no eran tan sentimentales como nosotros, porque sólo en Troya hemos encontrado siete ciudades construidas en el mismo lugar, encima de las ruinas de las anteriores.
Empero, y sin ir atrás tan lejos, los edificios heredados de la época de la Edad Media (excepto las iglesias, catedrales y edificios socio-culturales) de viviendas que eran incómodas, mal iluminadas y falta de instalaciones sanitarias apropiadas, apiñadas alrededor de calles estrechas y mal ventiladas, en la época del Renacimiento, cuando el hombre empieza a valorar sus necesidades físicas y busca alojamientos más cómodos, mejor iluminados y ventilados, a pesar de la belleza arquitectónica que estos edificios y barrios podían tener, pero no servían para el nuevo modo de vida de ellos, sin ninguna preocupación los han demolido y sustituidos por nuevas construcciones que con los ejemplos aún preservados sabemos que no eran menos bellos que aquellos. Otro ejemplo de este tratamiento quirúrgico, son los bulevares de Hausman, en Paris, que creó en su tiempo tanta polémica y ruido como hoy en semejantes casos, que, sin embargo, hoy, estos bulevares, que han borrado de la superficie los barrios chinos de herencia histórica pero degradados, sustituyéndolos por edificios sanos, bien iluminados y ventilados y calles anchas, que resolvían el problema del tráfico y nos vienen hoy bien, hoy están considerados como edificios históricos y disfrutan de mucho respeto. Podría citar muchos más ejemplos de este tipo de remodelaciones en el pasado dentro de zonas históricas, como la Plaza de San Marcos en Venecia, que empezó a formarse con la catedral, construida en el siglo IX, de estilo bizantino, continuando con el Palacio del Duque, en estilo gótico, con la Biblioteca, de estilo renacentista, los edificios administrativos, de estilos renacentistas y neoclásicos, dejando algunos edificios vernáculos en la plaza, acabando con el Campanario nuevo, de estilo moderno, que quedó terminado en el año 1909, reflejando cada edificio fielmente su época, sin imitar los estilos de edificaciones anteriores construidas en la plaza, derribando sin escrúpulos todos los edificios existentes, cuyas ubicaciones estaban molestando la formación de esta nueva construcción exigida por las nuevas necesidades del nuevo tipo de vida a lo largo de su realización.
Además, casi todas las plazas y avenidas en nuestras ciudades históricas estaban construidas por medio de remodelaciones que involucraban demoliciones de edificios existentes, de cuya falta no sentimos, porque los que los han sustituido, los que hoy conocemos, son para nosotros tan históricos como hubieran sido los desaparecidos.
En este dilema, y aprendiendo de la historia, pienso que no podemos ni debemos mirar hacia atrás y parar la marcha hacia adelante, sino resolver nuestros problemas tan bien como lo han hecho nuestros antepasados y estoy seguro de que si hoy hubiéramos encargado el proyecto de remodelación y renovación total del barrio de Lavapies, en Madrid, a un arquitecto de gran prestigio como era o son Le Corbusier, Alvar Aalto, Louis Kahn, Kenzo Tange o Rafael Moneo, por mencionar algunos, además de resolver el problema de la circulación rodada, aparcamientos y cambiar los edificios insanos y casi inhumanos en su distribución interior y degradados en su estado físico, con edificios sanos, funcionales, capaces de satisfacer las necesidades psíquicas y físicas de sus usuarios, el ambiente y valor arquitectónico sería mucho más alto de lo existente, y pasaría, como en los otros ejemplos citados, de ser, con el paso del tiempo, valiosa herencia histórica.
Ahora bien, en pequeñas ciudades, que no se han expansionado mucho y donde por la relativa baja densidad y bajo coeficiente de edificabilidad hay espacios para aparcamientos y circulación rodada, no sería problema preservar y rehabilitar, quizás para nuevos usos, los edificios existentes con valores históricos y arquitectónicos.
Madrid, 23 de Octubre de 1997.
Francisco Z.Lantos
Doctor Arquitecto
NOTA: ESTE ENSAYO EXPUESTO EN EL NÚMERO 7 DE LA REVISTA MENSAJE DE MI CENTRO DE INVESTIGACIÓN COMO AÚN NO SE HA PUBLICADO Y SU CONTENIDO ES VALIDO HE DECIDIDO EXPONERLO NUEVAMENTE EN MI Blog.
Madrid 19 de Mayo 2013
Francisco Z. Lantos
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