Francisco Z. Lantos dijo:
2010-10-22 04:25:41
Hay una gran diferencia entre Educación y Enseñanza. Educar es formar el carácter y la mentalidad del niño, y enseñar es dar conocimiento en forma de datos, con la intención de preparar el niño para ganarse la vida y ser útil para la sociedad.
Educar se hace con Amor, y enseñar con rutina. Hoy no se recibe educación, sólo enseñanza, y este error se manifestará mañana, cuando los niños de hoy serán adultos y tengan que educar a sus hijos.
La diferencia entre enseñar y educar es que la enseñanza puede ser más restrictiva y parcial, mientras que la educación es más amplia y universal, y esta diferencia implica exigencias distintas por parte de los profesores. Mientras que lo primero puede realizarlo cualquier persona instruida en la asignatura que enseña,el segundo tiene que hacerlo un hombre con un conocimiento amplio sobre la Existencia, una gran sensibilidad hacia la justa jerarquía de valores, el Arte y la Belleza,un gran sentido moral y ético sobre la vida y con espíritu optimista y Amor a la Naturaleza.
Educar es enseñar dando ejemplo con el propio comportamiento del Maestro.
Sólo quien enseña con Amor merece el nombre de Maestro y está capacitado para educar a sus discípulos.
Un verdadero Maestro, quien enseña a la vez que educa, ante todo es un hombre ejemplar, conoce la Verdad, y este conocimiento le transforma en un "Vidente" para quien la enseñanza y la educación son una necesidad interior.
Un hombre que posee la Verdad, debido a su contenido, siente la necesidad de comunicarse con sus semejantes sea como sea. Este hombre es un Maestro nato, y si tiene oportunidad de enseñar hace milagros.
Para llegar a la enseñanza ideal hacen falta dos cosas: un Maestro que tenga algo original que decir y unos discípulos que tengan deseos de aprender.
Hay dos tipos de conocimiento, uno relacionado con la vida practica, y otro referido a la Verdad sobre la Existencia. El primero puede enseñarlo cualquier persona que posee este conocimiento, aunque éste lo haya obtenido de segundo mano; el segundo, sin embargo, sólo las personas que hayan experimentado sus conocimientos personalmente tienen derecho de enseñarlo, y sólo éstos tendrán éxito en ese campo.
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