6 jun 2014

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LA MUERTE

"La hojita más pequeña de hierba nos enseña que la muerte no existe;
Que si alguna vez existió, fue sólo para producir la vida;
Que no está esperando ahora, al final del camino, para detener nuestra marcha;
Que cesó en el instante de aparecer la vida".

Ver así este fenómeno que tan directamente afecta a nuestra vida particular es posible cuando esto se juzga no sólo desde nuestro punto de vista, sino en términos generales, considerando nuestra vida no como aislada del resto de las vidas que compone nuestro mundo manifestado, la flora y fauna de nuestro planeta, dentro del que la especie humana es uno más de sus componentes, como un cierto color o sonido en una obra de arte de pintura o música, en los que el conjunto de la obra es lo importante, porque esto es lo que asegura el perfecto estado y desarrollo de cada uno de sus componentes y de la obra misma.

Para comprender el significado de este poético mensaje de Walt Whitmann, que con tanta sencillez logra expresar la profunda verdad sobre nuestra existencia, intentaré, a costa de destruir la fuerza y belleza de sus palabras, demostrarlo con argumentos, basados en la razón y en mis experiencias vividas.

En esta aventura, en mi búsqueda de la Verdad, quizá la más gran influencia en la formación de mis ideas sobre la Existencia (mi verdad subjetiva), era mi profesión de arquitectura, que por ser ésta creativa y pertenecer al arte, en cada obra, que tenía que resolverlo a través del sufrimiento del parto y alegría, cuando algunos de ellos llegaba a la perfección, me permitió descubrir que cada obra perfecta, sea ésta un cuadro, una estatua, una sonata, un edificio o una ciudad entera, antes de manifestarse en su forma realizada, existía en una idea, subyacente conceptualmente, con una claridad que como una "semilla" de cualquier ser viviente, definió, tanto en sus detalles como en su conjunto, su futuro desarrollo.

Si esto era verdad, que demostraban no sólo mis fracasos y algunos éxitos en mis actividades creativas, sino todas las grandes obras de famosos artistas en todos los campos de las actividades creativas de la humanidad en su historia, entonces, observando nuestro mundo conocido, la flora y fauna de nuestro planeta, tanto en sus detalles ( vidas singulares de vegetales y animales), como en sus conjuntos: (grandes ecosistemas y en su totalidad hasta mi conocimiento ha llegado), observé que aquí, en todas sus partes, sea ésta un organismo vivo, como un insecto, pájaro o un ser humano o un conjunto de organismos vivos, como un ecosistema de un bosque, desierto u océano, el desarrollo de cada uno, a nivel individual o de conjunto, se realiza a través de un orden y armonía preestablecido y funciona como una obra de arte mucho más compleja y perfecta que jamás haya logrado crear el hombre.

Esta comparación entre el arte creado por el hombre y esta "obra de arte viva" que funciona con los mismos principios como aquella, sólo que es más compleja y por eso más difícil para nosotros de comprenderlo, pero justamente por su complejidad, ésta, antes de presentarse en su forma manifestada, también tenía que existir como una idea subyacente, conceptualmente, en la que existía su forma futura y materializada.

Al deducir este hecho, mi duda era si esta idea existía por sí sola o, como en el caso de los seres humanos, era propiedad de un creador, y en este caso ¿ qué o quién es el creador de nuestro mundo manifestado ?

Llegando hasta aquí con mi teoría, acudí a las grandes religiones y libros sagrados a través de los que mi idea de que el mundo tenía que ser el resultado de un acto de creación estaba reforzada, pero que esto se realizó por un creador supremo personificado como un Dios no me ha convencido totalmente. Sin embargo, que la naturaleza intrínseca de este Dios era la bondad y el Amor esto me gusto y me ayudó mucho a encontrar mi propia filosofía sobre este tema, que es ahora mi verdad subjetiva sobre la Existencia.

Esta verdad que gracias a mi observación directa del desarrollo y funcionamiento de nuestro mundo manifestado, tanto en sus detalles (vidas singulares de seres animados) como en su totalidad (ecosistemas de distintas extensiones) y de los libros consultados de científicos en este campo, he deducido que como nuestro mundo manifestado no está compuesto sólo de materia inanimada (Metales, minerales, etc.) sino también de materia orgánica, (de seres animados con sentimientos), esta "obra de arte viva" se diferencia de cualquier obra de arte creada por el hombre, en las que sus componentes (colores, sonidos, espacios, volúmenes, etc.) son insensibles, y por eso, si aquí en el acto de la creación es esencial el factor de inteligencia, en el caso de nuestro mundo manifestado, en el que sus componentes son también vidas con sentimientos y que por su ordenado y armonioso desarrollo y funcionamiento exige una inteligencia, esto aquí no es suficiente, ya que con una inteligencia se podría crear artefactos y obras en las que sus elementos de composición estarán también relacionados en un sistema ordenado, pero su funcionamiento podría ser destructiva (instrumentos bélicos, etc.) que si esto hubiera podido realizarse aquí, los componentes de esta "obra de arte" hubieran padecido todo tipo de sufrimientos y su supuesto creador (personificado como Dios en las grandes religiones) hubiera sido un artista fracasado y un monstruo como persona, justamente al contrario que las religiones tienen sobre "El".

Empero, como sólo tenemos un mundo manifestado, que tanto en su extensión temporal como espacial abarca toda la Existencia y de cuya parte, las vidas de nuestro planeta conocemos, y en este mundo (donde no interfiere el hombre, el único ser vivo a quién está permitido equivocarse), en cualquier parte siempre existía este orden y armonía, que es necesaria para que sus "componentes", los seres animados con sentimientos, puedan realizar sus vidas en plenitud y obtener su bienestar, este hecho nos demuestra indiscutiblemente que en este caso el factor decisivo, en el acto de la creación, no era la inteligencia, sino el Amor, y la inteligencia aquí no era otra cosa que el instrumento para ejecutar la naturaleza intrínseca y única de la Idea Subyacente de la Existencia Real, del Amor Puro y Universal, que obedeciendo a su naturaleza, en el mismo acto de encontrarse, en su eterna evolución, en este estado puro y de ser ahora consciente de su naturaleza intrínseca, tenía que iniciar su autorrealización, su Existencia Manifestada.

De acuerdo con esta teoría, la Idea Subyacente, la causa y fuente de nuestro mundo manifestado, al que yo llamo Existencia Real es Amor Puro y Universal, que obedeciendo a su naturaleza única e intrínseca está obligada a autorrealizarse por sí sola y según su propia naturaleza.

De esto se deduce que no hay un Creador personificado como Dios, sino la Existencia Real, el Amor Puro y Universal es una Fuerza Creativa que dirige su proceso de autorrealización (o si se quiere, su propia corporización), creando en este proceso materia orgánica en forma de seres animados con sentimientos capaces de percibir y disfrutar de este Amor Puro y Universal en infinitas formas y maneras.

Si observamos el comportamiento y la vida de los seres animados a nuestro alrededor vemos que, aunque todos son diferentes en tamaños, formas, caracteres, etc., todos tienen una cosa común que es el Amor que les acompaña y las guía en sus comportamientos, asegurando así el fiel y perfecto desarrollo de la Idea Subyacente, el Amor Puro y Universal, en su proceso de autorrealización que se manifiesta como su "obra de arte viva".

Este Amor personificado en las vidas de animales se presenta en tres diferentes formas como: el amor sexual que existe y dura en la época de celo en sus vidas, y cuya misión es de asegurar la reproducción de la especie; una vez acabado este período este amor cambia por uno de tipo paternal que les obliga voluntariamente y con goce a criar y proteger a sus crías hasta que se desarrollen totalmente; terminado este período, el amor se convierte en un amor por la vida misma que les hace luchar y proteger sus propias vidas, asegurando así que cada ser vivo participe con su vida en el desarrollo del "conjunto" del que "ellos" forman parte integrante.

Así, como las células de un organismo vivo, en este proceso de la Autorrealización de la Existencia Real, que es la corporización del Amor Puro de un organismo, nacen, viven y mueren sin perjudicar el perfecto desarrollo del "Gran Organismo", que mientras viven aseguran a cada uno su bienestar.

Esta solución, que en la práctica se presenta como la reproducción y consumición de las vidas, a simple vista podría parecer errónea y de maldad, pero esto no es así, ya que la muerte entre los animales, que sólo poseen instinto para sus actos, no es conocida y en la lucha por la vida, ninguno es consciente de lo que va a ocurrir, que en cada caso se termina rápido y sin enterarse el perdedor de ello, sin embargo, sólo de esta solución dinámica y evolutiva es posible disfrutar el amor paterno entre las crías y sus padres, el amor sexual de los jóvenes y el amor para la voluntad de vivir de los mayores, que dura y rellena sus sentimientos en los tiempos entre sus amores sexuales y paternales.

Además, sólo así es posible mantener la perfecta y armoniosa evolución y desarrollo de nuestro mundo manifestado y el necesario equilibrio entre sus "componentes", el infinito número de seres vivientes, dotando de más capacidad reproductiva para los herbívoros y físicamente más débiles que para los carnívoros y más fuertes.

Otra ventaja de este arreglo es que en esta lucha por la vida, siempre caen como víctimas, los más débiles, viejos y enfermos dentro de las especies, quedando los más fuertes, sanos y desarrollados para la reproducción, mejorando así la calidad innata de la especie.

Este proceso natural que disfrutan los animales que reciben a través de sus instintos la voluntad de la Existencia Real del Amor Puro invariablemente y les hace comportarse de acuerdo con la Idea Subyacente de esta "obra de arte viva" que es nuestro mundo manifestado y a través de ellos el Amor Puro y Universal recibe en infinitas formas y maneras su amor personificado, sólo nosotros, los seres más desarrollados y privilegiados, no podemos disfrutarlo gratuitamente.

La causa de esta dificultad es nuestra especial naturaleza que, al encontrarnos en la punta de lanza en la evolución del proceso de la autorrealización del Amor Puro y Universal que es su estado original es consciente  de su naturaleza y carácter, ésta conciencia o espíritu está ya dentro de nosotros muy desarrollada, permitiéndonos juzgar y valorar todos los acontecimientos que vemos y que afectan a nuestra vida.

Así, nuestro comportamiento y actividades, al no estar guiadas por nuestro instinto como ocurre en los otros seres animados por debajo de nuestro nivel, sino también de nuestra conciencia, éstos no son mecánicos ni preestablecidos, sino, dependiendo de la influencia del conocimiento obtenido por nuestra conciencia y conocimiento sentido por nuestro instinto, uno sobre el otro, varía ésta, y hace posible para el hombre su libre albedrío para sus actos.

Esta libertad, sin embargo, sólo le favorece si estas dos fuentes de conocimientos no son contradictorias sino coincidentes y cuando en lugar de destruirse se refuerzan una a la otra.

Esto sólo ocurre si el hombre es capaz de establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza y obtiene el perfecto estado de su naturaleza psicosomática. Sólo en este estado es capaz el hombre de vibrar al unísono con las Leyes de la Naturaleza, y actuar de manera natural y espontánea con sus principios y aceptar la muerte como algo esencial en el desarrollo de la vida, un puente entre el Amor en su proceso de autorrealización y el Amor Puro, una bendición para, después de experimentar la vida, llevarnos otra vez a "casa" para disfrutar la eterna bienaventuranza y felicidad.

Cuando no logramos este perfecto estado de nuestra naturaleza, y por la exagerada materialista "filosofía del mundo y de la vida", nuestro espíritu y conciencia, a través de la que formamos nuestra idea sobre el mundo y la vida se atrofia y esta es falsa, perdemos la capacidad de ver las cosas  en esencia y globalmente y liberando de la influencia directa de la Idea Subyacente de la Existencia Real del Amor Puro, nosotros, ahora guiados por nuestra inteligencia mal formada, en nuestro aislamiento, valoramos las cosas exclusivamente desde nuestro punto de vista, en el que el Amor Universal se convierte en amor particular y egoísta, que sólo reconoce valores materiales y carnales, agarrándose a la vida física, en la que la muerte se juzga como el más gran mal y fracaso intentando vencerla a toda costa.

Este erróneo concepto sobre la muerte, de lo que en este estado el hombre no es consciente, es lo que ha causado los más terribles males de nuestra civilización: la desenfrenada y antinatural expansión demográfica, (que hoy, con los 6.000 millones de población del mundo, es 30 veces más, pero que para el año 2.050 esta cifra podría llegar a 10.000 millones, que significaría 50 veces más que nuestro planeta tenía en la época de Jesucristo), y el antinatural aumento del consumo de energía (que es hoy, en los países desarrollados, 10-15 veces más que el que han tenido nuestros antepasados y que está vertiginosamente extendiéndose en los países en vías de desarrollo y que para el año 2050 puede llegar a un aumento medio de 5-7 veces referido a la totalidad de la población del mundo), que se realiza a costa de los otros seres animados, destruyendo con ello el justo y necesitado equilibrio entre las vidas que componen la flora y fauna de nuestro planeta, de cuyo perfecto y armonioso desarrollo depende su bienestar y nuestra felicidad.

Además de este peligro y daño, quizá es aún más grave, que al intentar salvar a toda costa la vida del hombre, (que es un acto humano), y no permitir morir a los enfermos y subdesarrollados, en nuestra especie no funciona la Ley de la Naturaleza, que en la lucha entre los animales para su subsistencia, caen víctimas siempre los más débiles, los enfermos y viejos, que asegura la calidad y fortalecimiento de la especie.

La consecuencia de esta antinatural y desenfrenada expansión demográfica no es el mejoramiento de la calidad de nuestra especie, sino los descubrimientos científicos en medicina, que al ver al hombre sólo como un ser físico, ha logrado con sus medicamentos y tratamientos salvar sus cuerpos, hasta su total inanición, solapando con ello dos generaciones y degenerando nuestra propia especie.

Contra esta grave equivocación, la Naturaleza se está rebelando, ya que en nuestras grandes y deshumanizadas Megaciudades, donde se ha concentrado la población del mundo y donde por los ruidos, contaminaciones, fealdades, delincuencia, etc., sufren los hombres y nacen graves enfermedades incurables, crecen las esterilidades y para frenar el indeseable crecimiento de la población estamos obligados a permitir oficial o extraoficialmente los abortos y con ello perder el proceso natural de mejorar la renovación de nuestra especie.

Estas contradicciones, creo, que son suficientes pruebas para ver nuestro erróneo concepto sobre la muerte, que sólo podía ocurrir por nuestra extremadamente materialista "filosofía del mundo y de la vida", que ha destruido el perfecto equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana, y que sólo puede eliminarse recuperando este equilibrio perdido y con ello el perfecto estado de nuestra naturaleza psicosomática, cuando el hombre, como los otros seres animados, se sienta parte integrante de la flora y fauna de nuestro planeta y actúa, de manera natural y espontánea, de acuerdo con la Idea Subyacente de nuestro mundo manifestado expresado por las Leyes de la Naturaleza.

Madrid, 06 de Junio de 2014

Ffancisco Z. Lantos
Doctor Arquitecto

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