Julio 25, 2010
Sólo quien enseña con Amor merece el nombre de Maestro y está capacitado para educar a sus discípulos.
Un verdadero Maestro que enseña a la vez que educa, ante todo es un hombre ejemplar, conoce la Verdad, y este conocimiento le transforma en un “Vidente”, para quien la enseñanza y la educación son una necesidad interior.
La comunicación entre un verdadero Maestro y su discípulo es una necesidad de la vida, y se basa en el Amor.
El mas grande Maestro para enseñar la Verdad es la Naturaleza misma, pero para saber descifrar sus mensajes, un Maestro puede acortar el camino a sus discípulos; es la llave hacia el conocimiento lo que tiene que enseñar Este a aquellos.
Un hombre que posea la verdad, debido a su contenido, siente la necesidad de comunicarse con sus semejantes sea como sea.
Este hombre es un Maestro nato, y si tiene la oportunidad de enseñar hace milagros
Para llegar a la enseñanza ideal hace falta dos cosas: Un Maestro que tenga algo original que decir y unos discípulos que tengan deseos de aprender.
Un gran Maestro siempre enseña con Amor, porque él, con su vida representa el Amor,y sus enseñanzas reflejan este hecho.
La enseñanza para un verdadero Maestro que haya experimentado la Verdad personalmente, es una necesidad interior de su vida.
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