¿QUÉ CONOCIMIENTO HACE FALTA PARA ELIMINAR NUESTROS MALES Y ABRIR UN
NUEVO CAMINO PARA NUESTRAS FUTURAS GENERACIONES?
Admitiendo ya que la causa del sobrecalentamiento de la Tierra y del cambio
climático es la errónea conducta del hombre contemporáneo, pero como este mal
que experimentamos hoy no es el único, sino que existen simultáneamente muchos
nuevos tipos de males que no existieron antes de la Revolución Industrial ,
si queremos eliminarlos haría falta conocer el porqué han ocurrido estos
justamente en nuestros tiempos y cómo podríamos cambiar esta errónea conducta
del hombre.
Para encontrar la justa
contestación a esta aparentemente simple cuestión, como se trata nada menos de
cómo conocer la verdadera naturaleza de la especie humana y su relación con el
Mundo del que forma parte integrante y dentro del que tiene un papel
específico, como los otros seres animados, al que para el perfecto y armonioso
desarrollo y funcionamiento tiene que adaptarse con su vida a la perfección, el
problema ya no es tan sencillo, sino que exige un conocimiento más profundo, de
tipo filosófico, sobre “el mundo y la vida”, que sólo personas muy entregadas a
este tipo de búsqueda podrían obtener.
Estas personas hoy, en nuestras sociedades materialistas, donde nadie,
excepto la humanidad, podría obtener beneficios de sus investigaciones, son
ignoradas y abandonadas a su suerte, por lo que pocos pueden desarrollar y
divulgar sus ideas entre nuestras sociedades, existiendo, debido a esta falta
muchas ideas improvisadas, precipitadas u contradictorias.
Empero, como yo me considero a mi
mismo como una de estas personas inquietas y preocupadas por nuestro futuro, a
continuación expongo el resultado de mis descubrimientos sobre “el mundo y la
vida” y la real naturaleza de la especie humana que define su conducta y
actividades.
Referente a esta conducta, el
gran error en el pasado y aún en el presente de los hombres, sobre este asunto
es que no se han dado cuenta de que mientras la conducta de los otros seres
animados (animales) por debajo de su nivel, siempre era idéntica y perfecta
para adaptarse a las Leyes de la
Naturaleza , el hombre, aunque físicamente parecía idéntico, a
lo largo de su historia, su conducta y actividades no ha sido idéntica y
tomando la antigua cultura de Grecia y nuestra cultura Cristiana, éstas
enseñaban tres muy diferentes tipos de conductas y actividades, y la causa de
esto ha sido su especial naturaleza humana, que a diferencia de otros seres
animados (animales), además de instinto, en el que está también impresa la Verdad sobre la Existencia del Mundo y
de la vida, que guía la conducta de los animales, el hombre también posee
Espíritu que es idéntico con el Espíritu Supremo, con el Amor Puro, y que posee
sus dones y facultades innatas de conciencia, conocimientos y Fuerza Creativa a
través de la que puede conocer la
Verdad sobre la Existencia.
Empero, como estos dos dones de
su naturaleza no están separados sino que están fusionados en una unidad
inseparable, la influencia de uno sobre el otro puede modificar ambos, y
dependiendo de esto, el hombre puede obtener su propia libertad para sus actos
y tener tres posibilidades para elegir su conducta, a saber:
1/ Puede sobrevalorar sus necesidades espirituales a costa de sus
necesidades físicas instintivas, situación que existía en la época Arcaica de
la antigua cultura de Grecia y en la Edad
Media de nuestra cultura Cristiana.
2/ Puede llevar sus dos necesidades (espirituales y físicas) en el justo
equilibrio, situación que existió durante la época Clásica de la antigua
cultura de Grecia y en la época del Renacimiento de nuestra cultura Cristiana.
3/ Puede sobrevalorar sus necesidades físicas instintivas a costa de sus
necesidades espirituales, situación que existía en la época del Helenismo en la
antigua cultura de Grecia y en nuestras civilizaciones desde la Revolución Industrial ,
extendido esto ya por todas las partes de nuestro planeta.
Aunque durante estos períodos el aspecto físico de los hombres
prácticamente eran idénticos, al ser diferente su “filosofía del mundo y de la
vida” y el estado psicosomático de su naturaleza especial humana, sus conductas
y actividades eran muy diferentes y juzgando el resultado de cada caso y
demostrado por la historia, el hombre sólo pudo alcanzar la perfección cuando
logró establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual y la instintiva
de su naturaleza especial humana, y es sólo cuando logra adaptarse con su
conducta y actividades a las Leyes de la Naturaleza y evitar con ello causar disturbios al
ordenado y armonioso desarrollo de nuestro Mundo Manifestado del que dependía
el bienestar de todos los seres animados que lo componen y su felicidad.
Aprendemos de esta historia también de que el primer caso en ambas
culturas por sus erróneas “filosofías del mundo y de la vida”, que sin saberlo
guiaban sus conductas y actividades, al no coincidir éstas con las Leyes de la Naturaleza , se han
creado disturbios al perfecto y armonioso desarrollo del Mundo Manifestado y
muchos tipos de daños en las vidas de estas sociedades, las que mientras no
lograron cambiar su errónea “filosofía del mundo y de la vida”, ninguna
intención ayudaba para eliminar aquellos, que sin embargo, al lograr establecer
el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza
especial humana, que ha ocurrido en la época Clásica de la antigua cultura de
Grecia y en el Renacimiento de nuestra cultura Cristiana, todos han
desaparecido de manera natural y espontánea.
Mientras duraba este feliz estado
de su naturaleza, el hombre obtuvo su perfección humana y no le costo nada
adaptarse con su conducta a las Leyes de la Naturaleza , vivir en
armonía con el desarrollo de nuestro Mundo Manifestado, sin crear ningún mal,
recuperando sus más altas capacidades en todos los campos de sus actividades
creativas, conocimientos prácticos y científicos que su vida necesitaba.
Desgraciadamente al no ser
consciente en aquel momento de la importancia del papel del estado
psicosomático de su naturaleza en su conducta, al experimentar las mejoras
obtenidas en su vida cotidiana con los resultados obtenidos en los campos de
sus actividades prácticas y científicas, él, en su optimismo en estos avances,
poco a poco empieza a interesarse más en su futuro desarrollo físico que de los
valores espirituales, perdiendo con ello el perfecto estado psicosomático de su
naturaleza acabando en su tercera posibilidad; en su materialista “filosofía
del mundo y de la vida” que existía en la época Helenística en la antigua
cultura de Grecia y que existe desde la revolución Industrial, extendido esto
ya por todas partes de nuestro planeta.
En la historia de la antigua
cultura de Grecia vemos que cuando existía esta falsa “filosofía del mundo y de
la vida”, los males que se manifestaron no han podido eliminarlos, sino llevar
el erróneo modo de vida hasta su fin, esto se acabó con una destrucción
irreparable, y el necesitado cambio se ha realizado de modo abrupto y
destructivo, en cuyo ambiente ha nacido una nueva idea sobre “el mundo y la
vida”, pronunciada en esta ocasión por Jesucristo, abriendo con ello un nuevo
camino para la futura generación, lo que, al no captar la esencia de su
mensaje, sus seguidores han convertido éste en una ideología religiosa
exageradamente espiritual, con lo que se empezó el desarrollo de nuestra
cultura Cristiana tal y como estaba expuesta anteriormente.
Aprendiendo de estos ejemplos y encontrándonos hoy, debido a nuestra
extremadamente materialista “filosofía del mundo y de la vida” que dirige
nuestra conducta y actividades, y sabiendo que la causa de todos nuestros
manifestados males que están produciéndose hoy es esta falsa “filosofía del
mundo y de la vida” y el degenerado estado de nuestra naturaleza, que mientras
no logramos cambiarlas y establecer el perfecto equilibrio entre la parte
espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana ningún intento
valdría para eliminar estos males, tenemos que buscar la posibilidad de cómo
introducir esta justa “filosofía del mundo y de la vida” que será capaz de
restablecer el perfecto estado de nuestra naturaleza psicosomática.
Haciendo esto, como este
tratamiento indirecto de nuestros problemas no dará unos resultados inmediatos
sino que exigirá un tiempo más largo, que por la gravedad de nuestra situación
no tenemos, nuestras sociedades rechazan este tipo de enfoque e
investigaciones, logrando con esta postura sólo posponer un poco más el
inevitable catastrófico fin de nuestras civilizaciones.
Aunque sabiendo que por la situación en la que nos encontramos ya no se
pueden salvar nuestras civilizaciones de una destrucción planetaria, pero
conociendo que la causa de todos nuestros males es la extremadamente
materialista “filosofía del mundo y de la vida” y el degenerado estado de
nuestra naturaleza psicosomática, y que la solución es recuperar la justa “filosofía
del mundo y de la vida” y el perfecto equilibrio entre la parte espiritual e
instintiva de nuestra naturaleza especial humana, independientemente que esto
podría introducirse ya o sólo sería aceptada y lograda por nuestra futura
generación, las personas preocupadas por el futuro de la humanidad tendría que
empezar, cada uno en su campo de actividades, a elaborar la solución, que en
nuestras circunstancias, corresponde para obtener este objetivo.
Esta tarea sólo podría realizarse
dentro de un círculo formado por la elite de nuestros profesionales, y una
persona sólo podría trazar un programa provisional para que fuera completado y
ratificado por los miembros que formaran el equipo.
No obstante, mientras no exista
este equipo y si yo formara parte del mismo, yo, en el campo de mi profesión
como arquitecto, propondría que la arquitectura fuera capaz de satisfacer y
fomentar las justas e intrínsecas necesidades de la naturaleza especial humana
y ayudar con su ambiente a establecer la justa “filosofía del mundo y de la
vida” en su extensión total que serán nuestras ciudades y poblados, éstas tendrían que ser definidas en su
extensión, ordenadas en su estructura, funcionales en su distribución del uso,
expresivas de su contenido, bellas en sus formas y encajando armoniosamente con
su medio ambiente. Cada ciudad, independientemente del tamaño de su escala
humana, tendría que ser orgánica, lo que significaría que tendría que tener un
sistema similar al de un organismo vivo, como los cuerpos de los animales o
cuerpo humano, que cada uno tiene un cerebro, que en el caso de la ciudad sería
el centro administrativo, un corazón, que en las ciudades sería el centro
espiritual y religioso, unos pulmones, que aquí serían los parques, campos
recreativos, el hígado y riñones que corresponderían a los centros culturales,
sociales, hospitales, etc., un estómago que correspondería a los centros
comerciales, zonas industriales, y el resto del cuerpo físico que serían las
zonas residenciales y las arterias de sangre y nervios, a las redes de calles
rodadas y calles peatonales, todos
ocupando los lugares correspondientes a los papeles que representan en el
conjunto. Para poder realizar este sistema, el máximo tamaño de la ciudad no
tendrá más de un millón de habitantes, el ideal sería el de medio millón de
habitantes y valdrían todos por debajo de estos tamaños.
Los edificios singulares tendrían
que ser funcionales, expresivos de sus contenidos, económicamente concebidos y
bellos en sus aspectos formales, que aquí significaría justas proporciones
entre sus volúmenes y espacios, perfecta adaptación a su medio ambiente
constructivo y natural, utilizando materiales naturales y locales y colores de
fachadas correspondientes a las condiciones climáticas y geográficas.
Como por la antinatural y
desenfrenada expansión demográfica y tendencia migratoria desde las zonas
rurales y conflictivas hacia nuestras grandes ciudades existentes que se han
convertido en enormes Metro y Megaciudades e indefinidas Conurbaciones entre
las que ya existen 30 de 5-20 millones de habitantes, y cuya tendencia es la de
continuar este proceso de concentración deshumanizado, hoy, por falta de
interés hacia estos tipos de ciudades y poblados que se basan en las justas e
intrínsecas necesidades de nuestra naturaleza especial humana no se puede
realizar, sólo valdrán para los supervivientes del catastrófico final de
nuestras civilizaciones y para las futuras generaciones que agradecerán esta
solución que ellos necesitarán.
Madrid, 11 de Mayo de 2009
Ferenc Z. Lantos
Doctor Arquitecto
NOTA: ESTE ENSAYO EXPUESTO EN EL
NÚMERO 15 DE LA REVISTA ANUAL
“MENSAJE” DE MI CENTRO DE INVESTIGACIÓN QUE POR FALTA DE MEDIOS ECONÓMICOS NO
HA PODIDO DE SER PUBLICADO, Y POR ESO NO ESTAR CONOCIDO POR EL PUBLICO, HE
DECIDIDO DE EXPONERLO EN MI BLOG: “DE FILOSOFÍA Y ARQUITECTURA F.Z. LANTOS DR.
ARQUITECTO”
Madrid 02 de Marzo de 2014
Francisco Z. Lantos
Doctor Arquitecto
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