13 may 2011

CUMBRE DE LOS PAISES MÁS RICOS: EL CAMBIO CLIMÁTICO

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CUMBRE DE LOS PAÍSES MÁS RICOS: EL CAMBIO CLIMÁTICO

El plan para reducir el 50% de los gases contaminantes antes de 2050, pronunciado en la CUMBRE DE LOS PAÍSES MÁS RICOS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO es la postura más irresponsable que causará la última posibilidad de encontrar soluciones para salvar nuestras civilizaciones de una destrucción inimaginable a nivel planetario.

La causa de esta opinión mía se basa en el hecho de que desde que se empezó a manifestarse el problema de las contaminaciones de nuestra atmósfera, tierra y agua, mucho antes del Protocolo de Kyoto, cuando ya las consecuencias negativas de este acontecimiento han sido más palpables, ha sido que los organismos oficiales como las Naciones Unidas y organizaciones profesionales, sociales y políticas, que intentaban resolver este problema, en lugar de buscar la causa de estos males, los programas de sus conferencias, organizadas a nivel mundial y nacional, han aceptado éstos como un hecho dado, cayendo en un error, como un mal médico que intenta curar unas enfermedades infecciosas sin conocer la existencia de su causa, que era un tipo de infección.

En este caso la causa no sólo de este mal, sino todos los innumerables e interrelacionados males que padecemos, es la extrema materialista “filosofía del mundo y de la vida”, que ha destruido el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana, que es sin embargo la condición indispensable para que el hombre pueda también vibrar al unísono con las Leyes de la Naturaleza y adaptarse con su conducta y actividades a sus principios, como lo hacen todos los seres animados (animales) por debajo de su nivel y anular de este modo todos nuestros males, de manera natural y espontánea incluso sin darnos cuenta de ello.

Al no encontrarnos desde la Revolución Industrial en este estado perfecto de nuestra naturaleza especial humana, no sentimos nuestra unión con el mundo dentro del que desarrollamos nuestra vida conjuntamente con los otros seres animados que componen este todo abarcado mundo, sino que los tratamos como recursos naturales a nuestro aprovechamiento, eliminando seres vivientes a los que consideramos perjudiciales para nuestros intereses y criando los más útiles.

La consecuencia de esta erróneo tratamiento de nuestro mundo es la desenfrenada expansión demográfica que según la pérdida de nuestros intereses en cultivar nuestras necesidades espirituales con el grado de aumentar la supervaloración de la parte material de nuestra naturaleza a tal grado empezó el antinatural crecimiento de la población del mundo, llegando en el año 1990, cuando se pronuncia el Protocolo de Kyoto, a ser la población del mundo 3.600 millones, lo que significaba 30 veces más que la que tenía nuestro planeta en la época de Jesucristo, y que hoy, 18 años más tarde, la población del mundo es de 6.500 millones, y si multiplicamos esta cifra con la otra consecuencia de la causa real de nuestros males que es el anormal crecimiento de consumo de energía de los hombres espiritualmente vacíos de nuestras civilizaciones, extendiéndose esto ya por todas las partes de nuestro planeta, significa que ésta puede ser una media de 3-4 veces más que la que tenían los hombres en la época de Jesucristo y a la que se puede considerar como normal, que multiplicando estos dos factores nos daría un resultado de 30 (aumento de la población del mundo) por 3-4 (aumento del consumo de energía)= 90-120 más consumo de energía en el año 2008, que es la causa de las nocivas contaminaciones y calentamiento de la Tierra, y por la imposibilidad de cumplir los compromisos asignados a los países de producir CO2 en el Protocolo de Kyoto.

Empero, si tomamos en consideración las estimaciones de las Naciones Unidas sobre el crecimiento futuro de la población del mundo, que para el año 2050 puede alcanzar la cifra de 10.000 millones, y que en estos 42 años la población del mundo se aumentará con 3.400 millones y el crecimiento anormal del consumo de energía se extenderá también en China, India, Brasil, México y Sudáfrica, que tendrá en esta fecha más o menos 3.500 millones de habitantes, que hasta hoy han consumido mucho menos energía que los 6-8 países más ricos del mundo, y que la media del consumo de energía de los hombres en el año 2050 puede llegar a ser 4-5 veces más de lo normal, multiplicando 50 (aumento de la población del mundo) por 4-5 (aumento del consumo de energía) significaría 200-250 veces más consumo de energía que el que existía en la época de Jesucristo, en el mismo tamaño de nuestro planeta, y que significaría el doble de lo que existe hoy y al que ya con nuestro erróneo enfoque no hemos podido resolverlo, es evidente que con esta política pasiva de los países más ricos del mundo nuestra situación empeorará.

Sin embargo, como este hecho tan pesimista, pero real, nuestros gobiernos y políticos, por razones políticas o por ignorancia, no pueden admitir, apoyándose en engañosos e insignificantes resultados relativos a lo necesitado, obtenido en el campo de la tecnología encuentran excusas para justificar su falso optimismo y autoengañarse posponiendo cada vez más la cercana destrucción planetaria.

En esta situación tan desesperada, sabiendo que la causa de todos nuestros males es la extremada materialista “filosofía del mundo y de la vida” que ha destruido el perfecto estado psicosomático de nuestra naturaleza, para resolver nuestros problemas y eliminar nuestros males es restablecer el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana, con la que obtendremos la justa “filosofía del mundo y de la vida” que guiará nuestra conducta y actividades en armonía con las leyes de la Naturaleza.

Este tipo de investigación  será para nuestros sabios, pensadores, filósofos, poetas y artistas, pero predominantemente hombres sanos inquietos y preocupados por nuestro futuro, quienes saben que la idea que necesitamos tiene que basarse en la Verdad, y dedican todo su tiempo en obtenerla.

Mientras los programas de las Naciones Unidas para sus conferencias no incluyan en los mismos este tipo de investigaciones, que buscan la causa de nuestros males, sino que continúan sólo incluyendo los datos científicos sobre sus efectos presentándolos por nuestros especialistas sin capacidad de ver y juzgar nuestros acontecimientos en síntesis, nuestros males se aumentarán hasta que la Naturaleza aguante las presiones causadas por el modo de vida de los hombres de nuestras civilizaciones.

Incluir este tipo de enfoque, aunque por falta de tiempo será imposible introducir este necesitado cambio de nuestro modo de vida, que eliminará de manera natural y espontánea todos nuestros males, la ventaja sería que desde este momento podríamos empezar a realizar nuestra búsqueda en un camino correcto y positivo, cuyas soluciones, si no nosotros, al menos nuestros supervivientes podrían disfrutar.

Madrid 14 de Mayo de 2011
Francisco Z. Lantos
Dr. Arquitecto


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