¿QUE TIPO DE MECENAZGO NECESITA NUESTRAS CIVILIZACIONES?
Hemos aprendido de la historia de
la conducta y actividades de la especie humana, que esta no ha sido constante e
invariable como en el caso de los animales, sino ha enseñado tres diferentes
casos.
Tomando la antigua cultura de Grecia y nuestra
cultura Cristiana, observamos que en ambas culturas lo que ha definido sus
conductas y actividades ha sido el estado psicosomático de sus naturalezas.
La razón de esta diferencia es
que mientras la naturaleza de los animales esta concebida sólo de instinto por
falta de raciocinio “ellos” no pueden ni cambiar ni modificar, sino al poseer
en sus instintos el “conocimiento absoluto” sobre el mundo y de la vida, al que
obtienen sintiendo subconscientemente a través de sus instintos, y que les
capacita para adaptarse con sus conductas a las Leyes de la Naturaleza , que se
desarrolla según este principio, mientras, como la naturaleza de la especie
humana, además del instinto, que posee los mismos características que de los
animales, posee también espíritu, con los dones y facultades de Conciencia,
raciocinio, Capacidad Creativa, con los que puede juzgar y valorar los
acontecimientos en sus alrededores y formar su propia idea sobre los mismos,
dependiendo la valoración de sus dos tipos de naturaleza, el hombre puede tener
tres posibilidades de formar su idea sobre el mundo y de la vida e intentar
vivir en acuerdo con estos:
1)
Puede sobrevalorar la parte espiritual a costa de de la
parte instintiva de su naturaleza. Situación que existía en la época arcaica de
la antigua cultura de Grecia y en la
Edad Media de nuestra cultura Cristiana.
2)
Lograr establecer el justo equilibrio entre la parte
espiritual e instintiva. de su naturaleza. Situación que existía en la época
clásica de la antigua cultura de Grecia y en la época del Renacimiento de
nuestra cultura Cristiana,
3)
Puede sobrevalorar la parte instintiva a costa de la
parte espiritual de su naturaleza. Situación que existía en la época helenística
de la antigua cultura de Grecia y que existe desde la revolución industrial extendido
esto ya entre todas las civilizaciones de nuestro planeta.
De la Historia de la conducta y
actividades de hombres, en estas culturas, hemos observado que en el primer
caso como consecuencia del extremadamente espiritual “filosofía del mundo y de
la vida”, al no interesarse el hombre de cuidar la parte física instintiva de
su naturaleza, su escasa conocimiento científico sobre el mundo y de la vida,
que afectaba directamente su vida cotidiana, han nacido distintos tipos de
males, que al no conocer cuales eran sus causas no han podido eliminarlos.
Durante este periodo, al estar
sus jerarquías de valores dominados por su exagerada valoración de sus
necesidades espirituales, sus conductas y actividades estaban guiadas por su
indubitable Fe religiosa, en la que buscaban sus felicidades.
En estas épocas ni faltaba ni
existía ningún tipo de Mecenazgo. El arte en todos los campos de sus
manifestaciones han sido de tipo religiosa que han producido de manera natural
y espontánea los hombres en todos los niveles de sus actividades, siendo cada
persona un actor y espectador uno del
otro.
Empero aprendiendo del cada vez
más frecuentes contradicciones entre sus ideas y de la realidad, los hombres empezaban
interesarse por la causa de sus males, con lo que han obtenido conocimiento
científico sobre el mundo y de la vida, y con un lento proceso evolutivo, y
casi sin darse cuenta de ello, han logrado obtener el justo equilibrio entre la
parte espiritual e instintiva de su naturaleza especial humana, y la justa
“filosofía del mundo y de la vida”,que dirigía ahora sus conductas y
actividades, y que al coincidir con la Idea Subyacente del Espíritu
Supremo, mientras duraba este perfecto e intrínseco estado de su naturaleza
psicosomática, que existía en la antigua cultura de Grecia y en la época del
Renacimiento de nuestra cultura Cristiana, el hombre logra adaptarse, como los
otros seres animados debajo de su nivel, con su conducta y actividades con
perfección a las Leyes de la
Naturaleza , y restablecer con ello su ordenado y armonioso
desarrollo, del que depende el bienestar de todos los seres animados que
componen nuestro planeta, incluyendo su propia felicidad.
Hemos observando también que
mientras duraba este perfecto estado psicosomático de su naturaleza especial
humana, se han desaparecido todos los males causados por el anterior errónea
“filosofía del mundo y de la vida” y el degenerado estado psicosomático de los
hombres que tenían en las anteriores épocas en ambas culturas, logrando además
obtener los hombres sus más grandes logros tanto en los campos de ciencias como
de artes.
En este único estado que
corresponde al perfecto estado psicosomático de la naturaleza especial humana,
el hombre busca su felicidad en la satisfacción intrínseca de su naturaleza
espiritual e instintiva, en cuyo proceso el arte religioso pierde algo de su
aspecto transcendental y se convierte más de tipo profano, relacionado ya más
con la vida real y cotidiana de sus sociedades.
En este cambio de la “filosofía
del mundo y de la vida”, en la que en la jerarquía de valores el arte obtuvo un
puesto muy importante en la vida de los hombres en estas sociedades, se
florecen las actividades artísticas, y para promover este natural acontecimiento
nacen los Mecenas, quienes apoyan económicamente los conocidos artistas en
todos los campos del arte, como ha sido Pericles en la época clásica de la
antigua cultura de Grecia, las familias Medici y Stroci, las Papas, y
Gobernantes en época del Renacimiento.
En el tercer caso, al observar y
experimentar los hombres el mejoramiento obtenidos en la vida física, como
consecuencia de sus intereses por esta parte de sus vidas, poco a poco los
hombres abandonan sus intereses espirituales y sin darse cuenta, llegan a tener
una materialista “filosofía del mundo y de la vida” que ha destruido el
perfecto equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza
especial humana, y que dirige ahora sus conductas y actividades y que existía
en la época helenística de la antigua cultura de Grecia, al que llevando está
hasta su fin, los correspondientes males que se han presentado como
consecuencia de este erróneo modo de vida, estas sociedades no han podido
eliminar, acabando con su autodestrucción.
Encontrándonos hoy por nuestra
extremadamente materialista “filosofía del mundo y de la vida” en el mucho peor
situación que existía en la época helenística de la antigua cultura de Grecia,
pero conociendo que la causa de su autodestrucción ha sido de no saber que la
causa de sus males ha sido sus erróneo modo de vida y el degenerado estado de
su naturaleza psicosomática, y en lugar de cambiar esta, intentar tratar sus
manifestados efectos, manteniendo su erróneo modo de vida, aprendiendo nosotros
de este ejemplo, para evitar la misma suerte nosotros tendríamos que abandonar
nuestra falsa “Filosofía del mundo y de la vida”, e investigar como lograr
restablecer el justo equilibrio perdido entre la parte espiritual e instintiva
de nuestra naturaleza especial humana, que es el único estado que corresponde a
la naturaleza intrínseca y perfecta de la especie humana.
Para evitar este catastrófico fin, como según nuestra jerarquía de
valores el arte y valores espirituales
hoy tienen poco interés y en este ambiente no se desarrolla las
capacidades artísticas y quedan las intrínsecas
necesidades de nuestro espíritu sin satisfacerse, para subsanar este muy
negativo acontecimiento, el papel del Mecenazgo hoy no es tanto ayudar y
fomentar el arte, no valorado y exigido por los hombres de nuestras sociedades,
que se encuentran en el estado degenerado de su naturaleza psicosomática, sino
apoyar económicamente a los Investigadores, quienes han descubierto la causa de
este muy negativo ocurrencia y están investigando como poner en práctica sus
teorías para lograr realizar las necesitados cambios del erróneo modo de vida (“filosofía
del mundo y de la vida”) de nuestras civilizaciones y salvar con ello el futuro
de nuestras nuevas generaciones, en las que existirá nuevamente los intereses
de los hombres hacia el verdadero arte, en cuyo ambiente renacerá la capacidad creativa
de los hombres, y tendremos nuevamente los tipos de Mecenas, que existían en la
época clásica de la antigua cultura de Grecia y en la época del Renacimiento de
nuestra cultura Cristiana cuando, en ambas culturas, han logrando establecer el
justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza
especial humana, el único estado que corresponde a la perfección humana.
Madrid 25 de Junio de 2012
Francisco Z. Lantos
Doctor Arquitecto
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