El diagrama adjunto, tomando como ejemplo la antigua cultura de Grecia en un espacio de 2.000 años y nuestra cultura cristiana entre la época de Jesucristo y nuestros días, nos demuestra que la conducta y actividades de la especie humana no ha sido constante sino que oscilaba entre las tres posibilidades correspondientes a su naturaleza especial humana, compuesta de naturaleza espiritual e instintiva, y dependiendo de sus valoraciones de una u otra parte obtuvo su “filosofía del mundo y de la vida”, que guiaba sus conductas, así, en el periodo arcaico de la antigua cultura de Grecia y la Edad Media de nuestra cultura cristiana, al coincidir en esencia la “filosofía exageradamente espiritual del mundo y de la vida” entre ambos, estas sociedades intentaban vivir de acuerdo con la misma, la cual, al no reconocer las justas necesidades de la otra parte de la naturaleza especial humana se han creado distintos tipos de males. En su intento de eliminarlos he descubierto que la causa de sus fracasos ha sido la exagerada atención de las necesidades de la parte espiritual a costa de la parte instintiva de su naturaleza, y a través de un lento proceso evolutivo han obtenido el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza especial humana, el único estado que corresponde a la perfección humana. Este estado ideal que existía en la época clásica de la antigua cultura de Grecia y en el Renacimiento de nuestra cultura cristiana y que duraba 200-250 años en ambas culturas ha permitido al hombre también adaptarse con su conducta y actividades a las Leyes de la Naturaleza y evitar con ello crear perturbaciones en su desarrollo ordenado y armonioso y anular de manera natural y espontánea todos los anteriores males causados por su errónea “filosofía del mundo y de la vida” y pérdida del estado perfecto de su naturaleza especial humana.
Empero, como los hombre en estos periodos de bienaventuranza no eran conscientes de la causa de estos acontecimientos, experimentando los resultados positivos y mejorar de nuevas conductas y actividades en el campo material y práctico de la vida, en su ciego optimismo en los nuevos resultados científicos en todos los campos de sus actividades, poco a poco estaban abandonando sus intereses hacia valores espirituales, llegando en la época de la antigua cultura de Grecia y en nuestra cultura cristiana, en nuestros día a una “filosofía del mundo y de la vida extremadamente materialista” que ha destruido otra vez el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana, que como hemos visto es la condición indispensable para que el hombre pueda adaptarse también con su conducta y actividades a las Leyes de la Naturaleza y anular con esto todos los males que por su errónea “filosofía del mundo y de la vida” a causado a él mismo como a la Naturaleza de nuestro planeta.
Como en el caso de la antigua cultura de Grecia, cuando se encontró la humanidad en este estado, el cambio necesario para eliminar sus males y encontrar la solución necesitada no ha sido posible por el proceso evolutivo sino esto se acabó por una destrucción irreparable, por una revolución espiritual, que consistía de una nueva “filosofía del mundo y de la vida”, pronunciada en este caso por Jesucristo, cuya idea, convertida en la ideología religiosa de nuestra cultura cristiana, ha abierto el camino para su desarrollo según he expuesto anteriormente.
Encontrándonos, por culpa de nuestra extremadamente materialista “filosofía del mundo y de la vida” en la misma situación como existía en la antigua cultura de Grecia en la época de Jesucristo, y tomando en consideración que nuestros males y nuestros poderes de destrucción son muchísimo más grandes que los que existían en aquellos tiempos, por falta de tiempo a nuestra disposición, el necesitado cambio tampoco se puede realizar por vía evolutiva y pacífica sino que esto se realizará forzosamente por un cambio abrupto y destructivo a través de una revolución espiritual, que basada en la Verdad sobre la Existencia poseerá la justa “filosofía del mundo y de la vida”, capaz de transformarse en una ideología religiosa en la que toda la gente pudiera participar con su conducta y actividades activamente.
Como la búsqueda de esta nueva “filosofía del mundo y de la vida” que se basará en la Verdad sobre la Existencia nace en la época de contradicciones entre la filosofía reinante de una sociedad y de la realidad, entre los hombres inquietos y preocupados por el futuro a quienes afecta más directamente la práctica de sus profesiones y entre ellos, por los tres más graves males que poseemos: la desenfrenada y antinatural expansión demográfica, el anormal crecimiento del consumo de energía de los hombres de nuestras sociedades, y la fiebre de las tendencias migratorias de la gente desde nuestras medianas y pequeñas ciudades y poblados hacia nuestras grandes ciudades existentes, convirtiendo estos asentamientos humanos en caóticas y deshumanizadas Metro y Megaciudades, indefinidas y vulgares conurbaciones, dentro de las que es imposible vivir en paz y desarrollar la vida en plenitud, es el arquitecto, cuya profesión es la más negativamente afectada, y para encontrar la causa de estos males y la solución para eliminarlos, él, está entre todos los profesionales, el que siente más la necesidad de completar sus actividades profesionales con la búsqueda de restablecer nuevamente la justa “filosofía del mundo y de la vida” perdida, que permitirá practicar su profesión para servir y fomentar las justas e intrínsecas necesidades de la naturaleza psicosomática de la especie humana.
Así es como experimentando nuestros innumerables e interrelacionados males, que no me han permitido ejercer mi profesión como ésta y mi deseo exigía, desde que terminé mi carrera, durante los últimos 45 años he dedicado parte de mi vida a la búsqueda de esta necesitada “filosofía del mundo y de la vida”, que a continuación expongo en su forma resumida, añadiendo que su contenido coincide en esencia con todas las grandes religiones existentes hoy, y sólo su transformación en sus formas practicadas es diferente lo que es debido a que como la esencia de cada una es Amor, adaptándose a las circunstancias dadas en su tiempo y espacio han tomado sus formas correspondientes en la práctica, y que como hoy, estas circunstancias, conocimientos cinéticos, costumbres, jerarquía de valores, etc., han cambiado en todas nuestras civilizaciones y que éstas coinciden en que todos exigen razones para sus creencias, esta nueva “filosofía del mundo y de la vida” tiene que basarse en la razón y demostrar su validez sólo en el contenido de sí misma, que como he expuesto anteriormente siendo esto Amor, que ha sido y es la esencia de todas nuestras grandes religiones, sólo se diferencia de aquellas en el método de exponerla basado en la razón, que corresponde a nuestras circunstancias.
No obstante, tratándose de la Verdad sobre la Existencia , que para nosotros se desarrolla en el tiempo infinito y la vida del hombre es finita en el tiempo y espacio ningún ser humano podría obtener la Verdad absoluta sobre la misma, empero, su verdad subjetiva que afecta directamente a su vida particular puede coincidir con la parte de esta Verdad absoluta y esta Verdad, que muchos hombres en el pasado han encontrado, es la que tenemos que encontrar nosotros también, pero esto nunca ha sido obra de una persona sino de muchos precursores que han preparado el camino para uno, a quien han favorecido las circunstancias en cada ocasión.
Así es como considero el trabajo expuesto en MI TEORÍA SOBRE LA EXISTENCIA , para que sirva ésta como la primera piedra en el camino de la búsqueda de esta nueva ideología que sea capaz de abrir un nuevo y próspero camino para los supervivientes de nuestra futura cultura.
Madrid, 12 de Agosto de 2008
Ferenc Z. Lantos Dr. Arquitecto
COMO NO SE CAMBIO NADA LA SITUACIÓN DURANTE ESTOS TRES AÑOS, DESDE QUE EXPUSE MI TEORÍA EN EL NUMERO 13 DE LA REVISTA “MENSAJE” DE MI CENTRO DE INVESTIGACIÓN, AL QUE CONSIDERO VÁLIDO HE DECIDIDO EXPONERLA EN MI BLOG.
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