14 feb 2013

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¿PARA QUE NECESITA AYUDA ECONÓMICA MI CENTRO DE INVESTIGACIÓN? Es posible que ustedes han recibido también, en los últimos diez años, mi petición de ayuda de investigación sobre el tema de nuestros innumerables e interrelacionados males, que estamos estudiando desde el año 1966 dentro de mí Centro de Investigación F.Z. Lantos para los futuros Asentamientos Humanos, ya que he acudido a 10-20 fundaciones y otras entidades, recibiendo de todas que el programa de nuestra investigación no coincide con el de cada una de ellas. Mi programa, que anuncié en mis dos artículos “Causa y solución del enorme aumento de la población del mundo” y “Artículo dirigido a las Inteligencias Inquietas”, ambos publicados en el año 1966 en la revista ARQUITECTURA del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, y el primero de ellos también en los Domingos Semanales del diario ABC.(ver HOJA nº 7) Yo basaba mis investigaciones en la búsqueda de la causa de nuestros males y no en los manifestados efectos de estos males, como han tratado y tratan las Naciones Unidas desde el año 1976 en sus conferencias mundiales, que enfocan sus programas de cada mal por separado y sin relacionar unos con otros y sin una causa común, cayendo en el error, como un mal médico, quien intenta curar una enfermedad infecciosa manifestada en la epidermis con pomadas, sin saber de la existencia de su causante la de infección. Debido a este enfoque diferente entre nosotros, esto Organismos consideraban mis investigaciones como críticas de sus programas, por lo que no sólo no me han ayudado sino que simplemente intentaban ignorarme. A pesar de este desinterés por este tipo de investigación no remunerada, de la que nadie, excepto la humanidad, podría obtener una beneficio, pero convencido del acierto de mi enfoque con respecto a nuestros graves problemas, he desdoblado mis actividades como arquitecto, y con los ingresos de mis honorarios de mi estudio, sacrificando mis ahorros he logrado financiar los gastos de mantenimiento de las investigaciones y la publicación de sus resultados durante estos 45 años. Gracias a mi fuerte convencimiento del acierto de nuestros verdaderos problemas y mi incondicional entrega, he logrado vencer todos los desintereses y despreocupaciones de parte de nuestras sociedades hacia este tipo de enfoque, y ahora, ante los continuos fracasos de obtener los deseados objetivos para eliminar nuestros males puestos de manifiesto en las Conferencias de las Naciones Unidas, este Organismo ya está empezando a reconocer sus erróneos enfoques practicados durante los 34 años, llegando a la misma conclusión que yo anuncié en el año 1966, sin tener ellos la posible solución que yo he logrado publicar. Para que se hagan ustedes una idea sobre dos de los muchos males que estamos evidenciando le adjunto la HOJA nº 5, que enseña el diagrama de crecimiento de la población del mundo y el diagrama de crecimiento del consumo de energía, en el que se observa el crecimiento y duración de tiempo para aumentar en 100.000.000 de población del mundo. En este cuadro se puede observar que el crecimiento de la población del mundo y el consumo de energía del hombre no ha sido igual sino que: En la Edad Media ha sido por debajo de lo normal En el Renacimiento ha sido normal Desde la Revolución Industrial ha sido antinatural, y si tomamos como unidad mínima exigida por la naturaleza de la especie humana, la que existía en la época de Jesucristo, cuando la población del mundo tenía 200 millones de habitantes y hoy, cuando la población del mundo es de 7.000 millones y la media de consumo de energía de los hombres de nuestras sociedades de 3 veces mayor que el normal, multiplicando estos dos factores significaría 35 veces (más población del mundo) x 3 (aumento del consumo de energía) nos daría 105 veces más consumo de energía que la que existía en la época de Jesucristo, empero, si consideramos que el antinatural crecimiento de la población del mundo aún no ha llegado a su techo, sino que según las estimaciones de las Naciones Unidas, para el año 2050 ésta podría llegar a la cifra de 9.600 millones o sea 48 veces más que la que existía en la época de Jesucristo, que si la multiplicamos por 3-4 veces más consumo de energía por persona, a lo que podríamos llegar cuando los países económicamente emergentes como China, India, México, Brasil, Indonesia, y países de África y de América Latina se conviertan también en sociedades de consumo, lo que significaría 48 x 4=192 veces más consumo de energía que la que existía en la época de Jesucristo en el mismo tamaño del planeta. Al no aceptar mi dramático anuncio pronunciado en el año 1966, cuando la población del mundo y el consumo de energía por persona era la mitad de lo que es hoy, y de que la causa, no sólo de estos dos males, sino de todos los que se han manifestado y se manifestarán, es la errónea conducta y actividades del hombre de nuestras sociedades, hoy con 43 años de retraso, las Naciones Unidas muy asustadamente también reconocen ya que la causa de nuestros males es el hombre contemporáneo, pero como este simple reconocimiento no es suficiente, nacen precipitaciones e improvisaciones para las necesitadas soluciones, como el Sr. Al Gore, que en su famoso documental “Una verdad incómoda”, recoge los grandes daños que estamos causando con nuestra conducta, pero con sus diez consejos de cómo disminuir nuestros males, refleja una ignorancia con respecto a la naturaleza del hombre, del causante del sobrecalentamiento de la Tierra, y Cambio Climático. No obstante su dramático llamamiento, siendo él un hombre importante y un ídolo en nuestras sociedades, valía para enseñar el verdadero peligro a cuya sombra vivimos despreocupadamente, del que depende, nada menos, que nuestra subsistencia, y quizás para hacer despertar a nuestras sociedades de su letargo y empezar a interesarse por la verdadera causa y buscar las posibles soluciones para eliminar nuestros innumerables e interrelacionados males. Al no enfocar así nuestros males y no relacionarse estos con una causa común, yo entiendo que las Fundaciones, elijan programas, independientemente de esta causa común, como si ésta no existiera, que son también muy útiles y necesitados para curar enfermedades, eliminar pobrezas, defender derechos humanos, defender el medio ambiente, etc., y programas culturales, sociales, etc., que son sin embargo sólo los efectos de la causa que no figura en ninguno de ellos. Referente a esta causa, que ya está reconocida que es el propio hombre, adjunto la HOJA nº 4, que comparando la cultura de la antigua Grecia y la Cristiana enseña las tres posibilidades del hombre en su vida, según el estado psicosomático de su naturaleza y sus consecuencias, que ha ocurrido a lo largo de su historia, enseñando claramente que la situación ideal para el hombre es cuando logra establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza especial humana, que existía en la época Clásica de la antigua cultura de Grecia y en la época del Renacimiento en nuestra cultura Cristiana, y cuando el hombre, por su exageradamente materialista “filosofía del mundo y de la vida” ha perdido este justo equilibrio que ha ocurrido en la época del Helenismo en la antigua cultura de Grecia y en nuestros días, extendida ésta ya en todas las partes de nuestro planeta, en la primera se terminó con una destrucción, y todo indica que nuestra civilización tendrá la misma suerte. Cómo evitar este catastrófico fin o al menos preparar las necesitadas soluciones para nuestro tiempo de transición es sobre lo que se basan los siete ensayos que figuran en mi adjunto llamamiento: BUSCO UN MECANAS O PATROCINIO PARA FINANCIAR LAS PUBLICACIONES DE LOS TEMAS QUE FIGURAN EN ESTA ESCRITO Y QUE TRATAN NUESTRO NUEVOS TIPOS DE MALES SURGIDOS DESDE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, QUE AFECTA MUY NEGATIVAMENTE NUESTRAS VIDAS, QUE A PESAR DE ESTE HECHO ESTÁN MUY ABANDONA. Madrid 28 de Octubre de 2011 Francisco Z. Lantos Doctor Arquitecto

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