¿PORQUÉ NO LOGRAN EVITAR NUESTRAS CIVILIZACIONES
TANTO SU PROPIA DESTRUCCION COMO LAS DEL MEDIO AMBIENTE PARA QUE SOSTENGAN TODAS
LAS VIDAS EN NUESTRO PLANETA?
Hace 40 años, en mi artículo “La
causa del enorme aumento de la población del mundo”, publicado en la
revista “Arquitectura” del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, cuando la
población del mundo aún tenía la mitad de los 6.400 millones que tenemos hoy,
en el expuse que el más grave problema que atraviesan nuestras civilizaciones
es este desenfrenado y antinatural crecimiento que junto con el también
antinatural aumento del consumo de energía del hombre contemporáneo son las
causas de todos nuestros innumerables e interrelacionados males, y para paliar
estos tendríamos que sobreponer este fenómeno a cualquier otro problema y
concentrar nuestra investigación en la búsqueda de su causa.
Al no lograr obtener la esperada atención sobre este tema ni de mis
colegas ni del público en general, seis meses más tarde publiqué en la misma
revista un llamamiento bajo el título “Artículo
dirigido a las inteligencias inquietas”, que tampoco tuvo la esperada
respuesta.
Este desinterés no ha podido mermar mi preocupación y entrega a la
búsqueda, y quince años más tarde, 10 de Mayo de 1981, logré publicar en la revista
semanal “Los Domingos de ABC” del propio periódico el mismo artículo bajo el
título “Causa y solución de la enorme
expansión demográfica”.
En este artículo, basándome en mis ininterrumpidas investigaciones
filosóficas expuse que la causa del antinatural y desenfrenado aumento de la
población mundial y consumo de energía del hombre contemporáneo y las
consecuencias de nuestros males es la especial naturaleza de la especie humana,
que a diferencia de los otros seres animados por debajo de su nivel, estando
compuesto de alma (espíritu) con facultad de conciencia y raciocinio, con los
que puede juzgar y valorar la Verdad conscientemente, y de cuerpo con instinto
a través del que puede, como los otros seres por debajo de su nivel, sentir la
Verdad, debido a esta mezcla, él es el único ser libre de sus actos y tiene
tres posibilidades para desarrollar su vida. De la historia de sus conductas y
actividades descubrimos que:
1/ Él puede exagerar la importancia de su parte espiritual a costa de
su parte instintiva. Esto ha ocurrido en la época Arcaica de la antigua cultura
de Grecia y en la Edad Media de nuestra cultura Cristiana.
2/ Él puede llevar en justo equilibrio ambas partes de su naturaleza y
obtener el perfecto estado de su naturaleza especial humana. Esto ha ocurrido
en la época Clásica de la antigua cultura de Grecia y en el Renacimiento de
nuestra cultura Cristiana. Este feliz acontecimiento duró en ambas culturas
250-300 años.
3/ Puede exagerar la importancia de su parte instintiva a costa de su
parte espiritual. Esto ha ocurrido en la época Helenística de la antigua
cultura de Grecia, en la cultura Judía en la época de Jesucristo, en los
tiempos de los últimos Cesares de Roma y desde la Revolución Industrial en
nuestras civilizaciones actuales.
De los citados ejemplos se puede deducir que la conducta y actividades
de la especie humana no es mecánica, sobrepuesta e invariable como en los seres
animados por debajo de su nivel, que sólo poseen instinto, sino que dependiendo
del estado psico-somático de su naturaleza especial humana, él obtiene
gratuitamente su “filosofía del mundo y de la vida” a través de la que
establece su escala jerárquica de valores que le sirve como guía en su conducta
y actividades.
Aprendemos de los citados ejemplos que en el primer caso, por intentar
reconocer y satisfacer solamente las necesidades espirituales de su naturaleza
y descuidar las necesidades instintivas de su cuerpo, con esta falsa “filosofía
del mundo y de la vida” que guía sus conductas y actividades, nacen enfermedades
corporales y otros males, desconocidas por sus desintereses hacia su cuerpo,
que mientras dura este estado ninguna proposición ni buena intención de mejorar
la situación y anular los males les servía, los que sin embargo, cuando las
contradicciones entre esta falsa filosofía y la realidad se manifiesta descubre
y por una lenta evolución los hombres logran establecer el justo equilibrio de
su naturaleza psico-somática y obtienen
su justa “filosofía del mundo y de la vida” todos los anteriores males, sin
ningún deseo intencionado, más bien de manera natural y espontánea han
desaparecido
Como quizás, por los resultados positivos en el campo de la vida
práctica y cotidiana, como consecuencia de este cambio, los hombres en su
optimismo por estas mejoras hacia su futuro no ha podido mantener este
equilibrio y poco a poco abandonan sus necesidades espirituales y en su
exagerado interés por satisfacer las exigencias de su cuerpo pierde otra vez
este justo equilibrio entre sus dos naturalezas y sin darse cuenta de ello
degenera el perfecto estado de su naturaleza, la única que permite al hombre
conocer y sentir la Verdad sobre la Existencia del mundo y adaptarse con su
conducta y actividades, como lo hacen los otros seres por debajo de su nivel, a
las Leyes de la Naturaleza que refleja esta Verdad.
Esta relación directa y decisiva del estado psico-somático de la
naturaleza especial humana en su conducta y actividades hasta hoy no estaba
suficientemente reconocida, y debido a esto, los males causados por los hombres
en el primer y tercer caso, ignorando su causa real, todos los intentos de
mejorar la situación y eliminar los males han sido un fracaso. Salvando la
situación en el primer caso con el cambio por vía evolutiva hacia el
establecimiento del justo y necesitado equilibrio de la parte espiritual e
instintiva de la naturaleza especial humana, que ha ocurrido en la época
Clásica de la antigua cultura de Grecia y en el Renacimiento en nuestra cultura
cristiana.
Sin embargo, no ha sido tan afortunado el cambio del tercer caso cuando
por el exagerado interés de las necesidades de su naturaleza instintiva a costa
de sus necesidades espirituales la capacidad del hombre para conocer y sentir
la Verdad sobre el Mundo y su vida, se debilita y en su ignorancia en este
campo, poseyendo conocimientos prácticos e instrumentos destructivos, los males,
resultado de su conducta y actividades son ya tan grandes que mientras se
mantenía esta falsa “filosofía del mundo y de la vida” no hubo posibilidades de
mejorar la situación y salvar estas sociedades de su total destrucción,
acabando con un cambio revolutivo introducido por la ideología pronunciada por
Jesucristo.
Tomando en consideración que en la época de Jesucristo y de los últimos
Cesares en los primeros tres siglos de nuestra era cuando existía la
materialista “filosofía del mundo y de la vida” de las citadas sociedades, la
población del mundo era de 200 millones y el consumo de energía era normal y
los daños causados al mundo aún eran mínimos, comparándolos con nuestra
situación cuando la población del mundo hoy con sus 6.400 millones de
habitantes es 32 veces mayor y el consumo de energía media del mundo del hombre
contemporáneo es 3-4 veces más de lo normal, y que según las estimaciones de
las Naciones Unidas la población del mundo en el año 2050 puede alcanzar la
cifra de 10.000 millones y el consumo de energía de los hombres de nuestras
sociedades sigue creciendo también en los países en vías de desarrollo y podría
llegar también a tener 3-4 veces más de lo normal, lo que significaría 50 x 3-4
= 150 -200 veces más consumo de energía
que el que existía en la época de Jesucristo y de los tres siglos de nuestra
época de las citadas culturas.
Este hecho dramático y los innumerables e interrelacionados males que
han surgido a lo largo del tiempo desde la Revolución Industrial con la que se
inició la pérdida del justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva
de nuestra naturaleza especial humana y nacía nuestra exagerada, materialista y
falsa “filosofía del mundo y de la vida”, nos demuestra nuevamente que la causa
de todos nuestros males es la pérdida de este equilibrio y la degeneración del
perfecto estado de nuestra naturaleza especial humana que es la condición
indispensable para que el hombre pueda conocer y sentir la Verdad sobre el
mundo y la vida y adaptarse de manera natural y espontánea a las Leyes de la
Naturaleza que reflejan la Idea Subyacente de la Existencia Real, del Amor
Puro.
De no reconocer este hecho y relación directa del estado psico-somático
de la especie humana con su conducta y actividades sino el intentar tratar cada
mal aisladamente como un hecho dado como están tratando en sus conferencias y
congresos mundiales todos los organismos oficiales como las Naciones Unidas y
organizaciones profesionales, sociales y culturales, y buscar soluciones prácticas
y concretas para eliminarlos, es la causa de sus fracasos y a pesar de sus
mejores intenciones y deseos, nuestra situación sigue cada vez empeorando,
alcanzando ya situaciones que ni la Naturaleza ni nuestra vida pueden aguantar
esta presión destructiva. Sin embargo,
si comparamos nuestra situación actual respecto a los temas de los
Asentamientos Humanos, Cambio climático y calentamiento de la Tierra, Medio
ambiente y desarrollo, Población y Desarrollo, Desarrollo Social, Cumbre de la
Mujer, etc. que en los últimos 30 años han realizado estas entidades, con la
situación que existía en el año 1981 cuando publiqué el artículo citado
anteriormente y cuando aún no existían en esta escala nuestros males y no se
habían realizado las citadas conferencias y congresos, en el que expuse que
para resolver nuestros graves problemas no es suficiente con tratar nuestros
males como lo hacen estos organismos y organizaciones, sino que tenemos que tratarlos indirectamente llegando hasta el origen
mismo de la Existencia con nuestra investigación y buscar la posibilidad de
cómo introducir esta nueva “filosofía del mundo y de la vida” que sea capaz de
cambiar nuestro modo de vida y recuperar el justo equilibrio perdido entre la
parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana, que como
en la época Clásica de la antigua cultura de Grecia y en el Renacimiento de
nuestra cultura cristiana ha logrado anular de manera natural y espontánea
todos los males que existían en las épocas anteriores correspondientes a la
tercera posibilidad del hombre.
Aunque llegados a la situación en la que nos encontramos hoy en la que
los daños causados a la Naturaleza por los hombres son ya tan grandes y
profundos que la solución del deseable cambio evolutivo y pacífico por falta de
tiempo ya no es realizable, elaborar la necesitada solución no sería sobrante,
ya que si no seremos capaces de cambiar nuestro modo de ver y continuar
tratando nuestros problemas siguiendo impotentes ante nuestro desarrollo
suicida y la destrucción planetaria sería inevitable, pero en este caso la
justa y necesitada idea elaborada y plasmada en libros podría ser útil para los
supervivientes dispuestos después de esta destrucción planetaria a cambios de
sus modos de vida y abrirse hacia esta justa “filosofía del mundo y de la
vida”.
Enfrentándose con este hecho destructivo que nos espera, pienso que
cada persona inquieta y preocupada por el futuro de la humanidad y del mundo,
dentro de su profesión tiene que buscar la correspondiente solución práctica de
introducir esta justa “filosofía del mundo y de la vida”, cosa que yo como
arquitecto he elaborado para la forma, tamaño y estructura de nuestros futuros
asentamientos humanos y arquitectura, encontrando esto además por ser este el
medio ambiente dentro del que sus habitantes desarrollan sus vidas, el más
adecuado medio para comunicar a través de sus edificios, calles y plazas la
idea del autor y plasmar las mentalidades de sus habitantes indirectamente sin
coartar sus libertades naturales.
Realizar este tipo de investigación que trata nuestros innumerables e
interrelacionados males no directamente,
como lo hacen hoy los organismos oficiales y entidades responsables para
las ayudas de este tipo de investigaciones también necesarias, sino
indirectamente buscando la causa real de estos antinaturales tipos de males que
exigen unos estudios más profundos de tipo filosófico llegando hasta el origen
mismo de la Existencia y del que nadie particularmente, sino sólo la humanidad
puede sacar beneficio, desgraciadamente, hoy no existe ni siquiera interés por
nadie, quedando este mas necesitado tipo de investigación sin ayuda y gracias a
algunos pocos hombres preocupados, quienes además de satisfacer sus inquietudes
se encuentran en una situación económica que les permite financiar sus trabajos
personalmente.
En esta situación desfavorable,
ante la ignorancia y despreocupación por el grado de nuestros acontecimientos
destructivos, y no darse cuenta de que, en el estado en el que nos encontramos,
el intento de frenar con soluciones prácticas el proceso galopante de la
destrucción es un autoengaño, ya que como la causa real de todos nuestros males
y contradicciones es el hombre contemporáneo, quién por su exagerada y
materialista “filosofía del mundo y de la vida” ha perdido el justo equilibrio
entre su naturaleza espiritual e instintiva, y la única solución es la de
buscar la posibilidad de recuperar esto que corresponde al estado perfecto de
la especie humana, y ¿cómo obtener este conocimiento? es lo que tiene que ser
investigado y apoyado económica y moralmente por los organismos oficiales y
entidades humanísticas, cuales por los
papeles que representan en las sociedades tienen la obligación de fomentarlas.
Madrid, 28 de Septiembre de 2006
Ferenc Z. Lantos
NOTA: ESTE ENSAYO EXPUESTO EN EL NÓMERO 11 DE LA REVISTA ANUAL “MENSAJE”
DE MI CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y EWN MI BLOG, AL NO HACER CASO NADIE POR SU
CONTENIDDO, POR LA GRAVEDAD EN QUE NOS ENCONTRAMO HOY DEBIDO DE ESTE DESINTERESES,
HE DESIDIDO EXPONER NUEVAMENTE EN MI BLOG
Madrid 02 de Abril de 2015
Francisco Z. Lantos
Doctor Arquitecto
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su opinión si importa. Nos incentiva a profundizar en los temas. Gracias por comentar.